El ministro del Interior de Perú, Carlos Morán, aseguró que la policía nacional de Perú siguió "estrictamente a protocolos establecidos" durante el traslado del expresidente Alan García al hospital Casimiro Ulloa en Lima donde finalmente falleció.

"Quiero puntualizar que la intervención de la Policía Nacional se ha pegado estrictamente a protocolos establecidos apoyado en una diligencia judicial dictada por un juez en un caso emblemático como es el caso Lava Jato", expresó el secretario de Estado.

Morán precisó que García fue encontrado sentado y con una herida en la cabeza cuando la policía llegó a su domicilio. "El señor Alan García Pérez, indicando de que iba a hacer una llamada telefónica a su abogado, ingresó a su habitación y cerró la puerta tras de él. A los pocos minutos se escuchó el disparo de un arma de fuego y la Policía forzó el ingreso a la habitación y encontró al señor García en posición sentado con una herida en la cabeza".

El exmandatario tenía una orden de detención preliminar, que se extendía por 10 días, solicitada por el fiscal especial del caso Odebrecht, José Domingo Pérez, para realizar las pericias necesarias para su investigación y argumentando que existía un nuevo riesgo de fuga del país. Sin embargo, en horas de la mañana cuando la policía se disponía a detenerlo, el líder Aprista se disparó en la cabeza.