Kamala Harris ha pasado su carrera política cortejando a diferentes grupos de votantes dentro del Partido Demócrata, un acto de equilibrio que pudo dañar su propia campaña presidencial, pero que ahora puede ser un activo para su compañero de fórmula, Joe Biden.

Harris es la primera mujer negra y de descendencia asiática nominada para ser Vicepresidenta de un partido grande. Pero los estrategas republicanos y demócratas dicen que una de las características más definidas de la senadora, lo que ahora es una potencial fortaleza, puede ser algo difícil de definir: en algún punto fue una fiscal dura, y en otro, una luchadora de las causas progresistas.

“Ella no es alguien a la que se le pueda encasillar fácilmente con una ideología u otra”, dijo Brian Brokaw, que manejó la exitosa campaña de Harris para ser fiscal general de California en 2010 y 2014.

Durante las primarias demócratas, Harris luchó por darle un sello al mensaje de su campaña. Inicialmente se enfocó en confrontar al Presidente Donald Trump e incluso atacó a Biden antes de cambiar el foco a lo que ella llamó asuntos cotidianos, como subir los sueldos a los profesores y tener un sueldo igualitario entre hombres y mujeres. Ella, a diferencia de otros candidatos, primero respaldó el Medicare (seguro de salud) para todos y luego se distanció de eso.

Algunos votantes de las primarias demócratas y sus rivales la amonestaron por carecer de convicciones firmes. Sus aliados dicen que fue un reflejo de que ella no es ideológica al momento de tomar decisiones.

Pero Charlie Gerow, un estratega republicano en Pennsylvania, donde Biden tiene una leve ventaja sobre Trump en las encuestas, dijo que Harris era “probablemente la elección más segura en comparación a sus otras elecciones bastante menos halagadoras”.

Gerow dijo que los republicanos iban a leer detenidamente los registros de votación de Harris en el Senado, los ataques que ella hizo contra Biden durante las primarias, y el tiempo en que ejerció como fiscal en California. Pero advirtió que los republicanos actualmente carecen de una línea de ataque potente, como cuando califican a la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, de ser muy de izquierda o continuamente atacan a la exasesora de seguridad nacional de Obama, Susan Rice, por el ataque terrorista de 2012 en Bengasi, Libia. Gerow dijo también que los republicanos seguirían insistiendo en el mensaje de que Harris se encuentra “en el lado izquierdo de la ecuación política según los cálculos que cualquier persona pueda hacer”.

Solo minutos después del anuncio de Biden, la campaña de Trump dio señales de que planea adoptar ese enfoque, comparándola con el senador liberal de Vermont, Bernie Sanders. Trump, que es aficionado a los apodos, tuiteó un video de 30 segundos que buscaba retratarla como “falsa Kamala”, destacando que ella se unió a Biden después de haberlo criticado durante los debates demócratas del año pasado por sus políticas en el pasado sobre transportes escolares conocida como busing (práctica de asignar y transportar estudiantes a escuelas dentro o fuera de sus distritos escolares locales en un esfuerzo por reducir la segregación racial en las escuelas, algo a lo que Biden se opuso). “Kamala está en esto por conveniencia política, es claramente su principal motivación”, dijo el martes Katrina Pierson, asesora principal de Trump.

Alex Conant, exasistente de la campaña presidencial del senador republicano de Florida, Marco Rubio, dijo que el mensaje de la campaña de Trump era una continuación de sus intentos de vincular a Biden con el ala liberal del Partido Demócrata.

“Hay cosas en el historial de Harris y las declaraciones que hizo cuando se postuló para la Presidencia que ayudarán a avanzar en esa narrativa”, dijo Conant. “Dicho esto, ella no es Elizabeth Warren o alguien que sea conocido como parte del ala izquierda del partido”.

Durante las primarias, Harris pasó meses defendiendo su trabajo como fiscal en California, una huella negativa para los progresistas que piden una reforma al sistema criminal. Antes de llegar al Senado, a menudo se sentía atrapada entre las demandas de la base liberal de que fuera una “fiscal progresista”, mientras que al mismo tiempo asegurara el respaldo de los oficiales de policía, dicen personas que han trabajado con ella. En las primarias, algunos activistas progresistas dijeron que ella era demasiado amigable con las fuerzas del orden.

Algunos estrategas republicanos dijeron que su historial como fiscal haría más difícil catalogar a los demócratas como contrarios a la aplicación de la ley. De hecho, la campaña de Biden envió una lista de sus logros que promocionaban su trabajo como fiscal de distrito de San Francisco y como fiscal general de California, mostrando que los demócratas se inclinan por esa parte de su currículum.

“La etiqueta de la ley y el orden, que era algo tóxica para (Harris) en las primarias, en realidad hará que sea más difícil etiquetarla como una amenaza para los suburbios “, dijo John Sellek, un estratega republicano en Michigan que fue asesor de los dos últimos fiscales generales republicanos en el estado. “No creo que Kamala Harris cambie nada en cuanto a la capacidad de Biden para ganar Michigan”, dijo, y agregó que la carrera seguirá centrada en Biden y Trump.

Mo Elleithee, directora ejecutiva del Instituto de Política y Servicio Público de la Universidad de Georgetown, señaló que los datos muestran que Harris ha logrado avances con los votantes desde que abandonó la carrera presidencial, tiempo durante el cual ha utilizado su experiencia como fiscal para defender la reforma a la policía.

En octubre, una encuesta realizada conjuntamente por una firma demócrata y republicana para el instituto de Elleithee encontró que el 43% de los votantes probables veía a Harris de manera desfavorable en comparación con el 35% que la veía favorablemente. En un sondeo la semana pasada, los mismos encuestadores encontraron que las cifras se habían invertido.

Elleithee, un exasistente del Comité Nacional Demócrata, dijo que cree que la popularidad de Harris muestra que los días de juzgar a los políticos en un “espectro de izquierda y centro-derecha” se están desvaneciendo rápidamente. “Ella es alguien que puede entusiasmar a la base sin asustar a los votantes indecisos”.