Es la reforma más importante del quinquenato del Presidente francés, Emmanuel Macron. El proyecto, que pretende modificar el sistema de pensiones para pasar a uno "universal" y por puntos, ha despertado el malestar de los franceses en las calles, liderado por los principales sindicatos y organizaciones sociales del país. Hoy ya suma su octava jornada de paro desde el 5 de diciembre.

El proyecto, que fue presentado el viernes pasado ante el Consejo de Ministros , ingresó esta semana al Parlamento francés para su revisión. En una primera instancia será visto por una comisión especial compuesta por 70 diputados de todos los sectores políticos.

Dichos diputados revisarán el texto y podrán proponer enmiendas hasta mañana en la tarde. Sin embargo, la oposición, tanto de izquierda como de derecha, reclama el poco tiempo de análisis del proyecto. "Estimado gobierno, nos está dando cuatro días para examinar un texto que determinará la vida de millones de franceses. La gente te agobia, ¿sus representantes también?", tuiteó el diputado socialista Hervé Saulignac.

La iniciativa, considerada como "la madre de todas las reformas", busca implementar un sistema universal por puntos que garantice a todos los franceses los mismos derechos y condiciones. Así, una de las mayores críticas es la propuesta de eliminar los 42 regímenes especiales que corren para algunas profesiones como los trabajadores del transporte público, abogados, o del sector eléctrico, etc. Estos regímenes les permiten a estos trabajadores jubilarse antes de la edad legal (62) y con mejores condiciones.

Además, otro de los cuestionamientos a la reforma tiene que ver con la "edad de equilibrio" a los 64 años, que le permitirá a los trabajadores jubilarse con su pensión completa. Si lo hacen después de esa edad se les premiará con un 5% adicional, y si se jubilan antes se les restará ese 5%. Dicha propuesta induce a trabajar por más años, lo que inquieta a la clase trabajadora.

Macron ha defendido que este nuevo sistema será más transparente y más justo, especialmente para las mujeres y los trabajadores con bajos ingresos, como los agricultores.

Desde el 3 de febrero, y por una semana, se discutirá, artículo por artículo, el proyecto de ley para el cual el gobierno ha iniciado un procedimiento acelerado.

La oposición ha demostrado su descontento con el calendario y las condiciones del gobierno. Incluso antes de que se estableciera la comisión especial, los diputados del Partido Socialista, el Partido Comunista, La Francia Insumisa y exmiembros del partido de Macron (LREM) escribieron al presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, para denunciar que las condiciones de evaluación del texto son "inadmisibles". Según indica el medio francés Le Croix, la oposición está intentando por todos los medios retrasar la discusión, que deberá iniciarse para todos los diputados el 17 de febrero. El gobierno cuenta con que el voto final del proyecto se dé el 3 de marzo.

El diputado oficialista, Guillaume Gouffier-Cha, respondió a las críticas este lunes al diario Le Monde y señaló que "todos hemos estado trabajando en el tema durante dos años".