"Voy a decir una cosa. ¡A la mierda con Trump!", dijo en junio pasado el actor Robert De Niro en su intervención durante la ceremonia de los Premios Tony. Una frase que hoy asoma como una suerte de "explicación" frente al hecho de que uno de los paquetes explosivos con el mismo formato de los que fueron enviados a Hillary Clinton, Barack Obama, el millonario George Soros, el exfiscal Eric Holder y las oficinas de la cadena CNN, llegó a parar al edificio donde se emplazan las oficinas de la productora del actor, Tribeca Productions, y su restaurante, al sur de Manhattan.

El ganador del Óscar por El Padrino II y Toro Salvaje, ha sido un duro crítico del Presidente Donald Trump. "Robert De Niro, un individuo con muy bajo coeficiente intelectual, ha recibido demasiados golpes de boxeadores reales en las películas. Lo vi anoche y pensé de verdad que estaba 'atontado'", tuiteó Trump como respuesta a los dichos del actor.

De Niro siempre ha manifestado públicamente su descontento con el Presidente de EE.UU. Así, dos días después del triunfo de Trump, el actor señaló en el programa de televisión de Jimmy Kimmel que "ahora que es Presidente no puedo pegarle en la cara. Y tengo que respetar su posición". Y en otra entrevista se le volvió a preguntar por esos dichos, a lo que respondió: "Por supuesto que todavía quiero darle un puñetazo". "¡Cómo se atreve a decir esas cosas!". En otras ocasiones, De Niro se ha referido a Trump como un "tonto" y un"bebé como jefe". En mayo de este año, el actor acudió a la Universidad de Brown a recibir el título honorífico del centro en Bellas Artes. "Cuando ustedes iniciaron la universidad, el país era como un drama inspirador e estimulante. Ahora que se están graduando, se ha convertido en una trágica y estúpida comedia", dijo en su discurso frente a los estudiantes.

Investigación

Hoy, ya sumaban 10 los paquetes con bombas caseras enviadas misteriosamente a personajes del ala demócrata y a CNN. Además de De Niro, dos paquetes dirigidos al exvicepresidente Joe Biden fueron detectados hoy en el estado de Delaware. Al igual que en los casos anteriores, la dirección del remitente estaba dirigida a la congresista demócrata de Florida, Debbie Wasserman Schultz, tenían el mismo envoltorio y los mismos sellos. De todos modos, ninguno de estos paquetes logró llegar a manos de los destinatarios, y fueron interceptados previamente, con lo que se evitó su detonación.

Las autoridades federales señalaron hoy que las investigaciones se están concentrando en Florida, puesto que se cree que varios de los dispositivos fueron enviados desde ese lugar.

Trump no se ha referido profusamente al tema, y pese a que el miércoles llamó a la unidad del país, hoy culpó a la prensa. "Una gran parte de la ira que vemos hoy en nuestra sociedad es causada por los informes deliberadamente falsos e inexactos de los principales medios de comunicación a los que me refiero como noticias falsas", escribió en Twitter.