El Presidente de China, Xi Jinping, dice que dio la primera orden de contención a gran escala del brote de coronavirus en la ciudad de Wuhan a comienzos de enero, dos semanas antes de que se hablara públicamente sobre el tema y en momentos en que las autoridades de Wuhan le restaban la importancia a sus peligros. Así lo dio a conocer un discurso publicado por la revista Qiushi (Buscar la Verdad), dedicada al análisis teórico de la doctrina del Partido Comunista, que tiene fecha del 4 de febrero. En el texto, el Presidente chino ordenó el 7 de enero "sus requerimientos para impedir y controlar el nuevo brote de coronavirus" ante una reunión del Politburó, el máximo órgano del Partido Comunista.

Por aquel momento, el coronavirus ni siquiera había sido identificado públicamente como tal. Hasta entonces se tenía constancia de solo 59 "casos de neumonía", siete en estado grave, y 121 personas en cuarentena, según las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud publicadas en esos días. Hasta este domingo la cifra de muertos alcanzaba a 1.770 y la de infectados en todo el mundo llegaba a 71.223.

Las declaraciones de Xi llegan luego de cuestionamientos por la falta de transparencia de China a la hora de informar sobre los datos del coronavirus. El director del Consejo Económico Nacional de EE.UU., Larry Kudlow, dijo el viernes que desde gobierno estadounidense está "un poco decepcionado por la falta de transparencia de los chino" respecto a las cifras de afectados y muertos.

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Un bus con pasajeros, aparentemente estadounidenses, del crucero Diamond Princess, son evacuados ayer desde el puerto japonés de Yokohama.

Foto: Reuters.[/caption]

A pesar de la orden de Xi, dice la agencia Europa Press, los responsables de Wuhan tardaron demasiado en reaccionar, hasta el punto de que el 18 de enero organizaron un banquete multitudinario para 40.000 familias en un intento de batir un récord mundial. "La idea era dar sensación de normalidad, aunque casi con toda seguridad ese evento contribuyó a propagar la enfermedad", señaló el diario El País.

Xi Jinping habló públicamente sobre el coronavirus el 20 de enero. "El reciente brote de una nueva neumonía por coronavirus en Wuhan y otros lugares debe tomarse en serio", dijo en momentos que ya se extendía a otras regiones de China y al menos otros tres países: Tailandia, Japón y Corea del Sur.

En medio de la crisis por el corona virus, ahora conocido como COVID-19, los medios estatales informaron el cese del jefe del Partido Comunista de la Comisión de Salud en la provincia más castigada de Hubei, Zhang Jin, y su director Liu Yingzi, como castigo por su negligencia. Ambos fueron sustituidos por Wang Hesheng, subdirector de la Comisión Nacional de Salud de China. Junto a ellos fueron "penalizados" 337 funcionarios en Hubei, seis de ellos despedidos por "incumplimiento del deber". También fueron cesados varios cargos de la Cruz Roja en Hubei, tras la ola de críticas de la población a la respuesta al virus.

"Cuando se produce una crisis de este tamaño, esto alcanza una importancia política, pues la imagen internacional de China y la legitimidad del Partido están en juego", comentó a la agencia France Presse, el sinólogo Zhoy Xun, de la Universidad de Essex (Inglaterra). "En general, desde Mao, el Estado ha hecho muy poco por la salud pública", sostuvo Zhou.

Por otro lado, el diario The New York Times señaló que el departamento de Defensa de EE.UU. se estaba preparando para recibir dos vuelos que traían a pasajeros del crucero Diamond Princess que se encuentra en el puerto Yokohama en Japón. Una vez que lleguen a California los pasajeros serán sometidos a una cuarentena de 14 días.

En tanto, Taiwán informó este domingo de la muerte de un hombre de 61 años que no tenía registros de haber visitado China continental, por lo que se investigaba cómo se infectó.

Mientras que la directora del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que la epidemia podría impactar el crecimiento mundial en 2020, dependiendo de la capacidad de China para contener su propagación.