Ayer fue un día ajetreado en tribunales, no solo por la comisión ad hoc, que sesionó en el edificio de enfrente, en la sede del Congreso en Santiago, para escuchar a las defensas de los tres ministros acusados constitucionalmente; sino también porque fue día de votaciones para renovar la directiva de la Asociación de Magistrados, organismo que "tiene 50 años de trabajo y por lo mismo son tremendamente importantes los procesos eleccionarios que renuevan institucionalmente" a la entidad, sostuvo el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, tras emitir sufragio.

Al término no rehuyó hablar sobre la dura sesión de la comisión ad hoc, aunque fue cauto al referirse a uno de los impasse más rudos de la jornada, cuando el presidente de la instancia, diputado Leonardo Soto, cuestionó que las defensas solicitaran la declaración de nueve personas vinculadas al derecho internacional y derechos humanos, entre ellos, el vicepresidente del máximo tribunal, Sergio Muñoz.

"No quisiera mezclar nuestra formas de entender este conflicto, con las potestades que tiene la Cámara", dijo Brito. "La defensa sabrá cuál es la motivación que tiene, habrán considerado necesario hacerlo", agregó.

Compartió los argumentos de los juristas en el sentido que en Chile no hay impunidad en materia de derechos humanos, porque "hay un recuento de un alto número de procesos terminados"; de paso descartó falta de imparcialidad de la instancia, pues aseguró no tener "ningún antecedente para pensar que alguien esté actuando de manera indebida en la comisión".

El titular de la Suprema defendió nuevamente la visita hecha el martes a La Moneda, insistiendo en que no se trató de una presión indebida, menos de una "gestión de manera subrepticia, sino (que) se trataba sencillamente de señalar al jefe del Estado la preocupación de la Corte (...) el Presidente de la República no necesita de nuestros consejos ni peticiones para actuar, él sabrá lo que va a hacer, en fin, o lo que habrá hecho", reiteró.