Al interior de la Armada hay voces -varias- que coinciden en que sería difícil ver al actual jefe de Defensa de la Región de Valparaíso, contraalmirante Yerko Marcic Conley, fuera de control. Estar “destemplado” en alguna circunstancia no va con él, dicen sus cercanos.

Su pragmatismo en cada reporte del mediodía va acompañado de un tono dialogante. Tono que no es fácil en medio de la crisis sanitaria.

Todo esto pese a noticias poco alentadoras en la región porteña, que ayer vio como aumentaban los casos positivos a 828 y los fallecidos a 19, según informó la Seremi de Salud.

En medio de este escenario, el jefe de la I Zona Naval del país cuenta que ha generado políticas propias, como aumentar las aduanas sanitarias y los controles de quienes insisten en hacer turismo en medio de la pandemia.

También defiende la empatía de los habitantes de su zona, y hasta ironiza sobre el comportamiento de los vecinos santiaguinos: “Todos vienen a trabajar, es impresionante los cupos de trabajo que entrega la Región de Valparaíso”.

.05.2020 YERKO MARCIC JEFE DEFENSA DE VALPARAISO , CONTRAALMIRANTE YERKO MARCIC FOTOS: DEDVIMISSENE/ LA TERCERA

¿Cómo evalúa el comportamiento de los habitantes de Valparaíso en la pandemia?

Yo veo un Valparaíso reflexivo, donde las personas han ido comprendiendo muy bien el contexto en el que estamos. Hemos visto, en general, un Valparaíso tranquilo, que ha sabido respetar los tiempos. No es que la gente no se haya expresado, sino que ha buscado una manera contenida, que facilita los resultados que hemos obtenido.

¿La gran amenaza son los santiaguinos?

Se han hecho muchos comentarios sobre Santiago; obviamente, allá está el foco de contagio y estamos al lado, y tenemos mucha conexión, pero hemos sabido contener el flujo de otras regiones. Las playas no se han visto saturadas. Eso habla de que las personas están preocupadas de que no venga gente desde afuera. Y los comprendo tanto que hemos tenido que disponer de más controles sanitarios.

¿Cuál es el principal problema de aquellos que insisten en salir?

Tres aspectos importantes. El primero es la empatía de tratar de entender lo que siente el otro; segundo, si actúo también en un sentido de generosidad, voy a ser capaz de sacrificar algo que me interesa, voy a ceder mi posición e interés personal, como ir a mi segunda vivienda o salir a pasear y evitar contagios y muertes. Y tercero, la autodisciplina, que es el más importante.

¿Cuáles han sido los argumentos de los santiaguinos en los controles?

Todos los que quieren entrar a la región aseguran que vienen a trabajar. Son impresionante los cupos de trabajo que al parecer entrega la Región de Valparaíso. Muchos también alegan que la base de datos está mala. “Usted me dice que yo vivo en Las Condes y eso está malo, porque yo vivo en Algarrobo, señor”, nos han dicho en los ingresos a la región. Denota la autoconfianza de quien va al volante, forma parte de la personalidad del chileno. Pero ojo, la base de datos no está mala.

Más allá del control, su vocería ha mostrado diálogo con la ciudadanía...

Esa es la principal manera. Soy un convencido que el ser humano está al centro de todo. El resto de las cosas son los ingredientes para poder coexistir; debemos tener paz social, orden interno, medidas sanitarias, pero todo eso está al servicio del ser humano, nos debemos a las personas. Por eso, hay que destacar el trabajo que hacen muchos actores de la sociedad civil, como los bomberos, los funcionarios de la salud, la gente del aseo, entre otras.

¿Siente que ha podido actuar con autonomía?

Nosotros tenemos varios roles para ayudar a que se cumplan las instrucciones sanitarias, pero junto a las autoridades locales tuvimos como iniciativa propia estos nuevos puntos sanitarios, que son distintos de los de la autoridad nacional. Nosotros tomamos el calendario, lo extendimos y vimos dos fines de semana largos, cuando las personas ceden a la tentación de moverse. Había que tomar precauciones.

¿La “nueva normalidad” vino a desajustar el trabajo realizado en la región?

Hay que comprender bien. Tal vez las personas no lograron entender a lo que se refería la “nueva normalidad”. Nuestras vidas, después del coronavirus, yo pienso que no serán las mismas. Y lo que se pretendía hacer con eso es que, con criterio, se puede ajustar la vida a la exigencia que demanda el coronavirus. Y los efectos son distintos en todas las regiones.

Con el disparo de contagios en la región, ¿deberían algunas comunas tener cuarentena total?

Es una de las medidas que podría tomar la autoridad sanitaria nacional y va depender de cómo nos portemos ahora; porque si hoy nos portamos bien, tendremos menos contagios, y hasta ahora vamos bien.