El secretario general electo de Renovación Nacional, Diego Schalper, aborda el triunfo que este sábado obtuvo junto a la lista liderada por Francisco Chahuán y que le propinó una dura derrota a su contendor y candidato presidencial de la colectividad, Mario Desbordes. El también diputado asegura que, pese a que el resultado fue “nítido”, el estrecho margen con que se impusieron implica un desafío mayor, sobre todo, ante los altos niveles de división que se expresaron en la interna. “Nos invita a la generosidad, al trabajo conjunto, a la unidad”, subraya, a la vez que asegura que la nueva mesa ya inició contactos con la lista que impulsó el exministro de Defensa para evitar un quiebre mayor.

Con todo, evita definirse sobre si lo mejor para el partido es que Desbordes -quien ayer manifestó a sus cercanos que está en un proceso de reflexión- siga en la carrera por La Moneda.

¿Cómo lee los resultados del sábado?

—Hubo una movilización de muchas personas que no habían participado antes y que hoy quisieron expresar su opinión. Hay una cosa bien interesante: hay comunas, por decirlo así, de distinta ascendencia en donde se obtiene un triunfo por parte de esta lista. En las regiones, en algunas comunas populares de la Región Metropolitana, en algunas capitales regionales, el caso de Valdivia fue para nosotros muy sorprendentes. Tuvimos una votación bastante alta en medio de la pandemia. Y, por tanto, estamos conformes en ese sentido.

Desde el sector que perdió interpretaron que lo que pesó fue fueron las votaciones de las comunas del Rechazo. ¿Lo ve así?

—No, nosotros en una de las cosas que invertimos mucho tiempo fue en desplegar una red territorial a lo largo y ancho del país. Por ejemplo, ganamos en Calama, tuvimos un resultado tremendamente valioso en Valdivia donde se suponía que no nos iría tan bien, ganamos en Puerto Montt, en Puente Alto tuvimos un resultado muy estrecho. Creo que hay que leer bien la elección. Aquí hubo una elección donde habían dos propuestas legítimas y los militantes escogieron en buena hora y en eso soy súper respetuoso de la diversidad. No le asigno ninguna valoración negativa a ninguna de las dos opciones, tenemos que construir con las cosas buenas de las dos e ir corrigiendo aquellas cosas que se pueden ir mejorando. Los datos son bien elocuentes de la transversalidad que se logró.

Ganaron por un margen estrecho y tienen un partido dividido ¿Cuáles son los planes de su directiva para enfrentarlo?

—Se obtiene triunfo de manera democrática, con un margen nítido, pero es un triunfo que a la vez nos invita a la generosidad, al trabajo conjunto, a la unidad. Ya hemos iniciado los contactos con aquellas personas que estuvieron del lado de la otra lista para ir construyendo puentes de trabajo. En esto no nos perdemos ni un minuto: juntos somos mejores.

¿No cree que el tono que adoptó su lista terminó dividiendo más a RN?

—Siempre la previa a las elecciones tienen un nivel de efervescencia importante. Francamente, creo que todos quienes estamos en la actividad política sabemos que nuestras actividades están sujetas al análisis político y a la crítica y, en ese sentido, creo que todo esto se da en el marco de la discusión de ideas y, en ningún caso en el plano personal. Mi sensación es que ahora todos tenemos que tener generosidad y dosis altas de entender que en los partidos democráticos, cuando hablan los militantes... Nosotros tenemos un mandato para conducir el partido desde lo que ellos han planteado, pero también, buscando que todas las visiones del partido se sientan interpretadas en esa conducción.

Distintas figuras del oficialismo y en su propio partido han reconocido que la candidatura de quien fuera su contendor, Mario Desbordes, queda completamente debilitada con esta derrota. ¿Por qué deciden respaldarla?

—No, en esto somos institucionales y lo dijimos muchas veces durante la campaña. Acá hay una decisión tomada del Consejo General, nosotros somos respetuosos de esas determinaciones y no nos vamos a mover de eso ni una coma.

Pero hay militantes de su partido que han apoyado a otros candidatos. Usted mismo ha coqueteado con la candidatura de Sebastián Sichel. El presidente electo, incluso, defendió la libertad de acción. ¿Cómo ahora van a ordenar a la militancia detrás de Mario Desbordes?

—Lo que pasa es que la militancia se pronunció sobre una propuesta política. Y la propuesta política que nosotros enarbolamos tuvo precisamente esa pregunta sobre la mesa y en eso nosotros fuimos muy honestos siempre y cada vez que se nos preguntó dijimos que íbamos a respetar la decisión del Consejo General y, por lo tanto, no estamos sino actuando en consecuencia. Entonces, créame que este elemento de juicio lo tuvieron a la vista los militantes al momento de tomar su decisión y afortunadamente la mayoría de ellos consideró que nosotros éramos quienes teníamos que conducir el partido.

¿Cómo van a administrar el hecho de que ya haya militantes apoyando a otros candidatos?

—Soy de los que creen que uno de los temas que tiene el partido por delante es volver y reforzar su institucionalidad. Todos esos debates, más que la opinión en particular que pueda tener yo, ya no hablo por mí sino que hablo por un partido completo, tienen que expresarse dónde tienen que estar y ese es el Consejo General. Yo creo que una de las cosas que tiene que hacer la nueva directiva es volver a fortalecer muchísimo esa instancia. Acá tiene la particularidad de que este nuevo Consejo General va a tener prácticamente todos los consejeros nuevos y eso nos abre una posibilidad tremenda de radicar todas estas conversaciones allá. En eso voy a ser sumamente majadero de que el secretario general de RN no se debe a su opinión en estas materias, sino que se debe a la opinión del Consejo General.

¿Qué cree que es mejor para RN en este momento, que el exministro de Defensa mantenga o decline su candidatura?

—Nosotros vamos a respetar el tiempo que Mario Desbordes se quiera tomar, esta es una decisión que tiene que tomar él y nosotros la vamos a respetar.

¿Pero se sostiene una candidatura después de esta derrota interna?

—Mi opinión es que la decisión la tiene que tomar Mario Desbordes.

¿Mario Desbordes le ha dado señales de lo que va hacer?

—No, para nada.

¿Sería más complejo para su directiva una bajada? ¿Cree que podría agudizar las divisiones?

—La unidad del partido pasa principalmente por los gestos que uno pueda tener de cara a la propuesta de futuro. RN es un partido diverso por esencia, por lo tanto, que haya distintas interpretaciones, visiones y maneras de aproximarse a las coyunturas políticas es parte de eso también. Por lo mismo, estoy seguro que vamos a ser capaces de sobreponernos a cualquier diferencia que pueda haber y construir en conjunto en la medida en que todos tengamos generosidad. La verdad en eso tengo mucha confianza. Y así lo hemos visto en una serie de contactos que hemos iniciado hoy día, donde observamos que hay un espíritu de reconocer el resultado y, más importante que eso, de entender que el desafío político en el que estamos inmersos, especialmente para enfrentar un sector cada vez más radicalizado de la izquierda, nos requiere a todos.

Ustedes hablan de la unidad, pero apuestan por un camino distinto al que ha llevado a RN donde está.¿Cómo ve los desafíos futuros?

—Hay un desafío a cortísimo plazo, que tiene que ver con que quedan varios meses de gobierno, nosotros en eso vamos a tener reuniones con el Presidente de la República, con los ministros, y les queremos hacer ver algunos planteamientos. Por otro lado, nosotros creemos en una centroderecha que tiene impacto social y, por lo tanto, vamos a buscar puentes con todas las sensibilidades del partido. Y por último hay un desafío de mediano plazo, que es el que planteamos muchas veces en la campaña, que tiene que ver con evidenciar que hoy la centroizquierda y la izquierda más radical tiene una presencia mucho más grande que la nuestra en el mundo territorial y social y eso tenemos que enfrentarlo con mucha disciplina, con mucho trabajo, con mucho profesionalismo y ahí nuestra tarea es entusiasmar a las distintas miradas del partido en ese objetivo común.

Desbordes dijo ayer que RN debe ir hacia el centro. ¿Lo comparte?

—Creo que Chile se va a empezar a dividir, especialmente cuando empiece la Convención Constitucional, entre aquellos que van a querer respetar la institucionalidad y aquellos que no. Por lo tanto, creo que hay que ir configurando una gran coalición, que no tiene por qué ser formal, pero sí en las ideas, de todos aquellos que creemos en la democracia y en el respeto a las instituciones. Ahí efectivamente van a conjugarse sectores de centro, sectores socialdemócratas, sectores desencantados de la izquierda más radical, y para allá tenemos que ir creciendo. Hay que hacer un doble trabajo, un trabajo de reencantamiento de los sectores de centroderecha tradicional y uno de crecimiento hacia aquellos sectores que no comparten esta nueva izquierda, que es una izquierda muy poco respetuosa de los principios democráticos y de la institucionalidad.