En la basílica del Sagrado Corazón, ubicada en pleno centro de Roma, el nuevo obispo auxiliar de Santiago, Alberto Lorenzelli, ofició ayer su primera misa en calidad de obispo. El prelado expresó palabras de especial agradecimiento dirigidas al cardenal Ricardo Ezzati, quien coofició la liturgia.

El recién consagrado obispo también reconoció que "no fue fácil" para él aceptar la proposición que le hizo el Papa Francisco para que aceptara esta nueva responsabilidad en la arquidiócesis capitalina.

"Para mí no fue fácil decir que sí a esta propuesta, y no porque me fuese difícil volver a Chile. Es más, regreso feliz. Siempre me han acogido muy bien. Siento que es un regresar en familia, pero claramente la tarea que el Señor me pide no es fácil y tiene muchos desafíos", admitió el religioso nacido en Argentina.

Posteriormente, en conversación con La Tercera, Lorenzelli subrayó su cercanía con nuestro país, donde vivió desde marzo de 2012 a enero de 2018, en calidad de provincial de los salesianos -congregación a la que también pertenece Ezzati-.

"Llevo en mi corazón la experiencia de esos años vividos en Chile y ahora estoy feliz de poder celebrar y vivir nuevamente en medio del pueblo chileno, que es muy cariñoso y afectuoso. Tenemos que ir construyendo comunión y generar confianza", señaló.

En cuanto a sus próximas tareas, reconoció ayer que "todavía no sé cuál será mi labor, ya que aún no he podido profundizar. Cuando llegue a Chile tomaremos acuerdos con el administrador apostólico, Celestino Aós: mi servicio es, sobre todo, acompañarlo y ayudarlo".

En su homilía, Lorenzelli explicitó su gratitud al exarzobispo. "Quiero agradecer al cardenal Ricardo Ezzati, aquí presente, ya que en mis seis años como provincial en Chile me acompañó, me dio coraje siempre y con mucha discreción me aconsejó", dijo.

Consultado por las críticas en torno a la participación del exjefe de la Iglesia de Santiago, junto al también exarzobispo Francisco Javier Errázuriz, en su ceremonia de ordenación, el nuevo obispo auxiliar expresó que "en la Iglesia de Dios todos tenemos un espacio, el Señor los acoge a todos".

En tanto, Ezzati señaló escuetamente a la prensa que enviaba sus "bendiciones" a Lorenzelli. "Yo ya no soy arzobispo de Santiago y no tengo nada más que decir", agregó, al tiempo que afirmó que próximamente se reunirá con el Papa Francisco.