Pese a que desde 2010- cuando asumió el cargo de Presidente por primera vez- Sebastián Piñera ha mostrado interés por una sociedad donde prime la equidad de género, han debido pasar ocho años para que comiencen las definiciones concretas en la materia.

El aumento de las denuncias en casos de abuso y el creciente rechazo a una cultura machista, obligaron al Mandatario a tomar cartas en el asunto y ordenar a las diferentes reparticiones del Estado hacer lo propio. Así, como definieron desde la casa de gobierno, la semana pasada mostraron "una apertura para atender demandas realmente importantes".

Doce son los puntos que contempla la agenda de género del Ejecutivo, pero aunque se presentó con gran entusiasmo y vino acompañada de una sentida autocrítica del Presidente, esta aún no logra obtener consenso entre el movimiento feminista en el país.

"Todos hemos cometido errores en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestro diario vivir y en nuestra sociedad (…) Yo también he cometido esos errores y haré todos los esfuerzos para corregir estas conductas", dijo Piñera cuando daba cuenta de las principales medidas en el Palacio de La Moneda.

Tras la sentencia en el caso conocido como la Manada, en abril pasado, las voces contra la violencia de género aumentaron sus fuerza. Aunque ciertamente constituyen demandas históricas, ese lejano hito sirvió para tornar urgentes los cambios que se requieren.

Aquello coincidió con el primer levantamiento del movimiento estudiantil feminista, el cual se apoderó de la Facultad de Humanidades de la Universidad Austral en Valdivia, captando el apoyo de la mayoría de las estudiantes y mujeres del país.

Así comenzaron a plegarse otros recintos educacionales y hoy ya son varias las universidades y colegios los que permanecen tomados por sus alumnas, envueltos en lienzos donde se exige el fin del machismo y una educación no sexista.

Sin embargo, los anuncios del Presidente Piñera fueron considerados insuficientes o equivocados por parte del movimiento feminista y son cientas las dirigentes, estudiantes, pobladoras, migrantes, representantes de pueblos originarios y de la diversidad sexual, las que están dispuestas a evidenciarlo.

Las multitudinarias manifestaciones que se realizaron el pasado 16 de mayo en varias ciudades dieron cuenta del importante apoyo con el que cuenta, lo cual pretenden replicar en la marcha que se ha convocado para el próximo 1 de junio- cuando se desarrolle la cuenta pública de Piñera- y el miércoles 6 del mismo mes.

Los ojos del movimiento seguirán atentos las menciones que realice el Presidente en su rendición de cuentas, donde cada anuncio será medido con la vara de la equidad, pues como lo han sostenido en reiteradas ocasiones, no tolerarán promesas fantasmas ni segundas interpretaciones.

En ese sentido, cabe hacer presente que el día previo a la cuenta pública, la "Coordinadora Transversal de Mujeres Organizadas"- instancia que congrega a 75 mujeres de 35 organizaciones- entregará en La Moneda un pliego de demandas, buscando ampliar la postura que han mostrado desde el Ejecutivo.

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