"Los obispos chilenos visitan Roma para un correctivo fraterno". El titular del periódico católico francés La Croix de este miércoles da cuenta del clima que rodea la visita de la Conferencia Episcopal chilena al Vaticano. Los prelados están en el foco de atención mundial y las señales dadas por Francisco, en especial en el primer día de reuniones, refuerzan la idea de que "el Papa está dolido" con la jerarquía de la Iglesia Católica chilena, como lo señaló uno de los 34 obispos que asisten al encuentro en Roma.

Por eso, las expectativas sobre las decisiones que se adopten tras los encuentros, que terminan hoy, en la auletta del Aula Paulo VI, son altas. Y será clave, como sostiene el periodista argentino de Vatican Insider, Andrés Beltramo, "la capacidad de Francisco para ir al fondo de una crisis que va más allá de los trágicos y condenables abusos sexuales contra menores".

En su segundo día de reuniones con el Pontífice, el ánimo que se percibía entre los obispos era mejor que el observado tras la primera jornada, cuya brevedad desconcertó a algunos. El propio vocero de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos, comentó en la mañana, antes de partir al segundo encuentro, que el primero "efectivamente fue breve, porque el Papa lo decidió así (…), no teníamos idea de cuánto iba a durar cada reunión".

Sin embargo, la segunda reunión se extendió por cerca de una hora 20 minutos y dio mayor espacio para intercambiar opiniones entre el Papa y los prelados. "El Papa nos escuchó y hubo un diálogo que fue muy interesante, muy profundo, estamos muy contentos", dijo Ramos, tras regresar desde el Vaticano a la Casa del Clero junto a los obispos que alojan en esa residencia de Via della Transpontina.

El segundo encuentro del Papa con los obispos chilenos comenzó cerca de las 18 horas de Roma, dos horas más tarde que el primer día, y duró prácticamente el doble. Durante la mañana de este martes, los prelados habían leído y reflexionado en grupo sobre el texto que les entregó el Pontífice y que, según comentaron algunos obispos, está referido a la situación de los abusos y a cuestiones teológicas.

"Aborda también el tema global de la Iglesia", comentó Carlos Pellegrin, titular de la diócesis de Chillán. Es un documento escrito personalmente por el Papa y en el cual habría estado trabajando con especial dedicación en las últimas semanas. Sin embargo, hasta ahora se desconoce el detalle de su contenido, aunque ha trascendido que estaría fundamentado en textos bíblicos y abordaría la realidad chilena y los cambios que se requieren.

"El Papa viene muy preparado, tiene una idea clara y va a dar muy poco margen", sostiene Inés San Martín, vaticanista del sitio estadounidense Crux now. Según la periodista, que ha seguido de cerca el caso chileno, Francisco quiere que los obispos vengan a escuchar. "No es un diálogo, es una conversación donde el que habla es el Papa", asegura San Martín. Por ello, si bien en su carta del 8 de abril pasado el Papa les solicita "humildemente" a los obispos su "colaboración y asistencia para discernir las medidas de corto, mediano y largo plazo, para restablecer la comunión eclesial en Chile", San Martín insiste en que Francisco ya tiene decidido lo que hará. Según ella, el encuentro es "un llamado del Papa a los obispos a una conversión pastoral". Y agrega: "Lo más interesante sería saber qué dice el documento que les dio".

Una visión similar entregó en La Croix el vaticanista Nicolas Senèze. "En la carta que les envió a los obispos, el Papa describe el encuentro como un 'momento fraternal, sin ideas preconcebidas y con un solo objetivo, que es hacer que la verdad ilumine nuestras vidas (…). Sin embargo, hay pocas dudas de que les espera una severa reprimenda sobre el manejo de los casos de abusos sexuales".

"El Papa busca que los obispos de Chile piensen en cómo reformar la Iglesia de mejor manera", sostiene, por su parte, Sergio Carrasco, vocero de la Fundación Voces Católicas. "Lo interesante es que el discernimiento se realiza sobre un hecho concreto, por lo que uno podría suponer que el Papa ya les entregó sus conclusiones y les pide que reflexionen sobre ellas", agrega.

En la última jornada de hoy, tras la cual se espera una declaración oficial del Vaticano, y la eventual renuncia de algunos obispos, se realizarán dos encuentros, como lo confirmó el vocero de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos. "(Hoy) Tenemos una reunión en la mañana y otra en la tarde", señaló, precisando que seguirán "en este diálogo de discernimiento que ha sido muy profundo".

Si bien en las citas del martes y miércoles no estuvo presente el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, su principal colaborador, el sacerdote español Jordi Bertomeu sí ha estado en contacto con los prelados.