Con el fin de impulsar una solución a los crecientes problemas de sobrepeso y obesidad, representantes de varios países de la región y del mundo se reunieron en Santiago, en una cita organizada por el Ministerio de Salud, para conocer detalles del proceso de implementación de la Ley de Etiquetado en Chile.

El subsecretario de Salud, Jaime Burrows, sostuvo que la idea es que se pueda "acordar hacerlo dentro de los mismos marcos de tal manera de que haya una concordancia y tender a cierta homogeneidad".

Francisco Adriazola, coordinador de la oficina de relaciones internacionales del Ministerio de Salud, agregó que esto es "una respuesta hacia las más de 40 solicitudes que hemos recibido de distintos países y era imposible que los técnicos que trabajan en materia de etiquetado pudieran ser capaces de salir a todos los lugares".

Uno de las naciones más avanzadas en replicar la norma chilena es Uruguay, país que está elaborando un borrador de decreto que deberá ser firmado por el Presidente de la República, y por cuatro ministerios. "Lo atractivo del sistema chileno es que el sello está en blanco y negro y no confunde con distintos nutrientes críticos. Probamos a través del sistema de semáforo y de advertencia que usa Chile y vimos que demora mucho menos segundos elegir el producto más saludable con el sistema que tiene el signo de pare adelante", indicó Isabel Bove, experta en nutrición y asesora del Ministerio de Salud uruguayo.

Perú aprobó hace un mes y medio un reglamento de ley de alimentación saludable. "Hicimos una revisión de las experiencias exitosas en América Latina y encontramos que Chile tenía información valiosa referida a que el consumidor chileno ya ha mostrado cambios favorables de preferir alimentos con menos sellos", manifestó María Inés Sánchez, asesora del despacho de la ministra de salud de Perú. Argentina, en tanto, acaba de lograr un acuerdo en relación a la importancia de un etiquetado frontal de alimentos. "Estamos avanzando para seleccionar qué sistema vamos a utilizar. Lo que nos gusta de la ley chilena es la claridad", dijo Verónica Risso Patrón, coordinadora del Programa Nacional de Alimentación Saludable y Prevención de la Obesidad del Ministerio de Salud transandino.

Los productores, a su vez, añadieron que buscan aportar a la discusión, pero que, sin embargo, "un etiquetado como el chileno se ve bastante fuerte, agresivo con el producto y con el consumidor", afirmó Carolina Lorduy, presidenta de la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas.

"Esto de estigmatizar los alimentos no es bueno para el consumidor porque no queda informado. Además, es un obstáculo al comercio. La industria tiene que hacer una etiqueta con un diseño completamente distinto para cada país para poder exportar. Es una traba innecesaria para el comercio", cerró.