La Comisión de Constitución de la Cámara continuó ayer con la tramitación de la Ley de Partidos Políticos, en la que se aprobó una modificación especialmente relevante para las colectividades pequeñas y aquellas que están en proceso de formación: se duplicaron las exigencias para que un partido pueda mantener su existencia legal.

Por acuerdo de la instancia, se decidió que un partido, para subsistir, deberá conseguir como mínimo el 5% de los votos válidamente emitidos en al menos tres regiones contiguas. Esto, en cada elección de diputados. Es decir, el doble de lo que se exige actualmente, que es un 2,5%.

Además, la legislación vigente establece que, de no conseguir el porcentaje mínimo de sufragios, un partido podrá continuar existiendo sólo si logra elegir dos parlamentarios. Esto también fue modificado ayer, a través de una indicación que eleva este requisito a cuatro parlamentarios electos. La enmienda fue presentada por los diputados DC Aldo Cornejo, Fuad Chahín, Ricardo Rincón y Eduardo Saffirio; el PS Osvaldo Andrade y el RN Cristián Monckeberg. El único voto en contra fue del presidente de la comisión, Leonardo Soto (PS), quien sólo respaldó el acuerdo de subir a 5% el mínimo de votación.

Lo anterior significa que de no conseguir al menos uno de los dos requisitos, un partido político podría ser disuelto.

Según explicaron los promotores de la idea, el objetivo de elevar los estándares de permanencia de las colectividades es hacerlo coherente con el aumento en las exigencias para constituir partidos, considerando que se transformarán en personas jurídicas de derecho público y recibirán financiamiento estatal. Además, consideran que no sería representativo contar con sólo dos diputados en un Congreso que tendrá más parlamentarios con el nuevo sistema electoral.

“Elegir dos diputados sólo en un distrito y no sacar un voto más en todo Chile me parece una distorsión del sistema de partidos. No podemos tener partidos que terminan teniendo representatividad sólo en algunas comunas del país y que sigan existiendo como tales”, comentó el diputado Chahín.

Su par del PPD Daniel Farcas dijo que “la democracia es un sistema que requiere seriedad, y eso implica tener partidos fuertes y protagónicos. Lo importante es no ser cortoplacistas, sino mirar el futuro y ver lo que ha pasado en otros países, donde a veces las grandes mayorías quedan presas de partidos pequeños, en sistemas parlamentarios particularmente”.

En la vereda contraria, Soto aseguró que estas normativas pondrán en peligro a colectividades pequeñas y en formación, que tendrán estándares más altos incluso que los que tuvieron en sus inicios los partidos tradicionales. “La combinación de ambas exigencias podría poner en riesgo la permanencia de partidos pequeños que hacen un aporte a la sociedad, que presentan proyectos políticos relevantes y que han tenido una cierta trayectoria hace mucho tiempo, como el MAS o como la IC. Y puede considerarse como una exigencia excesiva para los partidos nuevos o que ingresen al sistema”, advirtió Soto.

En efecto, pocas horas después de la aprobación de estos cambios, los potenciales afectados expresaron su malestar a través de las redes sociales. “Nueva colusión: Alianza y Nueva Mayoría vuelven a legislar contra movimientos emergentes. Suben barreras de salida a 5% de los votos o 4 parlamentarios”, cuestionó el diputado Vlado Mirosevic, del Partido Liberal.

En la misma línea, Giorgio Jackson, del movimiento Revolución Democrática, calificó como la medida como “impresentable”.