La idea era tener un matrimonio de ensueños y lo más parecido a una boda real. Y como en Argentina no hay castillos, la modelo transandina Luisana Lopilato y el cantante canadiense Michael Bublé, buscaron lo más parecido a uno para celebrar su enlace religioso el pasado sábado.

Y lo encontraron en la estancia Villa María, en Buenos Aires, que cuenta con un lago artificial, cancha de golf y de tenis, y un casco histórico que fue diseñado por el arquitecto Alejandro Bustillo.

Hasta ese lugar llegaron los 300 invitados, quienes debieron acatar la orden de los novios de no llevar celulares, para evitar cualquier tipo de filtración sobre el evento, que comenzó a las 19 horas con una ceremonia religiosa breve y sencilla.

De acuerdo a la edición argentina de la revista Hola, la casona donde se realizó la fiesta estaba iluminada con románticos haces de colores y sobre el parque se dispuso una carpa, donde se instalaron las mesas, enfundadas en impecables manteles blancos y rodeadas por sillas de madera, menciona la nota. Además, estaban decoradas con un gran candelabro de cristal como centro de mesa, velas pequeñas y flores blancas.

También se montó un escenario de cuatro metros de alto y 7 de largo para las actuaciones especiales de la noche: un show de Ricardo Montaner -que cantó seis de sus temas más conocidos- y la presentación del novio, quien dedicó su repertorio a su flamante esposa, 12 años menor.

Lopilato usó un vestido diseñado especialmente para ella por Sylvie Burstin -la misma que le hizo el vestido del civil- con un ajustado corsé que resaltaba su figura y una falda con muchos volados de tul y bordados, y los zapatos, blancos y con plataforma, eran de Christian Louboutin.

Bublé, por su parte, apostó por un smoking Gucci, que lució toda la noche, a diferencia de la también actriz, quien se cambió de traje para bailar y apareció con una creación de Marchesa, también blanco, pero más sencillo y cómodo, agrega la revista.

LA CENA
El menú que escogió la pareja se compuso por una entrada con dos platos a elección e incluyó una variedad de pescados, en donde predominó el salmón rosado.

De acuerdo al sitio Teleshow.com, la primera opción consistía en Mozzarella fresca y milanesa de calabaza, cebollas braseadas, berenjenas grilladas, montadas en cilindro, con prosciutto, endivias, huevo soft y pesto de albahaca, mientras que la segunda ofrecía un plato de ensalada moldeada de langostinos, con tártara de verduras, aderezo de tomate ahumado y focaccia de aceitunas crocantes.

El plato principal, en tanto, consitió en bife extracotto en vino Malbec, sobre chutney de cebollas, papas lula, cuña de calabaza y tomate confit, mientras que el postre también ofreció dos variedades: huella tibia de dulce de leche granizado, con helado de crema, salsa de vainilla y crocante de nuez, ó Verin citric con crema mascarpone, sorbet de frambuesa y mix de cítricos, agregó la publicación.

Luego, los novios y los invitados brindaron por la gran noche con champagne Barón B extra brut, para coronar una noche inolvidable.

La celebración duró hasta las seis de la mañana, aunque la mayoría de los asistentes se fueron cerca de las tres de la madrugada.

EL ROBO
La noche habría sido perfecta si no hubiese sido opacada por el robo que sufrió Lopilato en su casa en Buenos Aires. Porque mientras la modelo disfrutaba de la celebración de su matrimonio con el cantante canadiense, un grupo de ladrones experimentados consiguió colarse en la vivienda de la maniquí y sustraer numerosos objetos de valor además de dinero en efectivo.

Según trascendió, los antisociales forzaron la puerta principal de la mansión, cortaron la alarma de seguridad y taparon las cámaras para no dejar registros del robo.