Una relacionadora pública de Canal 13 dice que Celine Reymond come bastante. Que si va a un restaurante de sushi, la protagonista de la teleserie Primera dama pide un menú completo, no sólo esos trocitos de pescado crudo que se conocen como sashimi. Pero al verla salir de uno de estos lugares para almorzar que rodean la red católica, luce muy delgada. Viste unos jeans de niñita y una parka blanca. "¿Parezco frágil? Sí, lo soy, completamente. Pero también esa es mi fortaleza, porque a la vez soy muy fuerte. Son los opuestos, el ying y el yang", explica saboreando un dulce y partiendo cuatro preguntas que alcanza a contestar, antes que se la lleven para seguir grabando y tenga que terminar la entrevista al otro día y por teléfono.

"Ha sido súper agotador ser la protagonista de una teleserie que se llama Primera dama y yo soy la primera dama. No paro. Tengo 15 escenas de cuatro páginas cada una al día, y como soy muy amiga de todo el equipo, me río, soy demasiado alegre casi y un día me voy a desmayar. ¡Voy a hacer 'click' y me voy a caer!", señala riendo la actriz de 28 años, sobre su primer protagónico en la historia que la semana pasada promedió 11 puntos, lejos de los 17 que obtuvieron La familia de al lado, de TVN, y Don Diablo, en Chilevisión.

A Reymond el estrés ya le jugó una mala pasada, cuando abandonó Hijos del Monte, de TVN, en 2008. Cuenta que ese episodio tal vez quedó marcado en su imagen: "Tuve ese problema y deben pensar que funciono así, pero no, fue algo puntual. A mí me gusta terminar las cosas que empiezo. No paso todo el día con licencia médica". Contando que para mantener el equilibro se preocupa de lo espiritual , en ese "jardín" que ha creado sólo para ella: "El trabajo espiritual te fortalece, protege y respalda. Es algo que va por mi jardín que he creado, por las cosas que me llaman de alguna manera misteriosa y sin explicación".

La actriz habla más desde las sensaciones. Sobre los bajos resultados de Primera dama, opina que "fui a Arica y en la calle me detuvieron unas 200 personas. Entonces, es raro, a lo mejor el people meter no refleja tanto la realidad, porque la gente la ve harto". Autocríticas no tiene, "porque Canal 13 está volviendo a apostar por el melodrama humano, y no se puede pedir un boom de la noche a la mañana". Con respecto a la irrupción de Don Diablo, comenta que "no se puede comparar (con las teleseries), porque son cosas completamente distintas. Allí están los niños de Yingo y la juventud que ve ese programa obviamente que la va a ver. Don Diablo no le quita público a las telenovelas, porque va a un segmento que ni siquiera ve teleseries". Y con respecto a las 20 horas, cuyo esplendor no logran recuperar las áreas dramáticas, responde que "este es el año del Tigre, que ha movido su cola para todos lados, que nos ha remecido y no sé que quiere la gente: si reírse u olvidarse y no pensar, no comerse el coco... Además, antes, a las 20 horas la gente llegaba a su casa y ahora la mayoría está pegoteada en el Transantiago. A lo mejor, el tiempo libre empieza más tarde".

Aparte de Sabina, Reymond tiene otro personaje: Kali Mutsa, que significa "gata negra" en gitano, un rol que creó para desarrollar su faceta de cantautora. Es una mujer exótica que entona Cumbia de Pichi, San Cipriano o Jauja, canciones disponibles en www.myspace.com/kalimutsa. "Es electrónica gitana con música del altiplano y cumbia. Compongo las letras en parte en romané -tomó clases para aprenderlo- y en parte en castellano, y como siempre soy actriz, pense en interpretarlas como una gitana", detalla. El proyecto lo integra, además, el músico Cristóbal Montes, que toca en Orquesta de la Memoria y Caldo de Cabeza. "El 2011 me voy a dedicar a hacer un disco de manera indepediente y promocionarlo y formar una banda. Tengo seis canciones y voy completar 10. Son como historias y me baso mucho en la mitología al escribirlas", dice Reymond, que el viernes firmó con el mismo representante de Benjamín Vicuña y más figuras de la misma talla.