El congresista Carlos Bruce, que promueve el proyecto de ley para establecer la unión civil para las parejas del mismo sexo en Perú, declaró que es homosexual y que ha recibido amenazas de muerte por su iniciativa legal, en una entrevista publicada hoy en Lima.

"Yo soy gay y estoy orgulloso de pertenecer a ese grupo de personas que son tan valiosas para el Perú", declaró el legislador de la alianza opositora Concertación Parlamentaria al diario El Comercio.

El también ex ministro de Vivienda durante el Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) admitió que siempre fue "reacio" a hablar de su vida privada. "Y menos de las cosas que hago en mi cama, me parece de mal gusto", añadió.

Sin embargo, Bruce, divorciado y con dos hijos adultos, afirmó que el momento es propicio para "graficar los derechos que tienes tú y que yo no tengo". 

"Muchos creen que estoy imposibilitado de ser un buen padre o que siendo gay no puedo servir a mi país", agregó el economista de 57 años que ha participado en la vida política en los últimos 12 años.

Bruce recordó que más de 70 países han aprobado la unión civil o el matrimonio gay y que esos derechos están reconocidos en Naciones Unidas y en organismos de derechos humanos.

El legislador informó que "sólo por presentar el proyecto de unión civil he recibido tres amenazas de muerte" y que la oficina de Seguridad del Estado le ha duplicado la seguridad porque consideran que está en peligro. 

Bruce explicó que el proyecto de ley incluye los derechos de patrimonio compartido y parentesco de primer grado, por el cual ambos cónyuges tienen derechos de herencia y participan de la sociedad de gananciales y otros derechos.

No obstante, no está incluido el derecho a la adopción porque "hasta que no haya una conclusión clara y científica (sobre el mejor desarrollo de un niño), el Estado debe proteger al menor".

El proyecto de ley se ha encontrado con la oposición de la Iglesia católica y con legisladores que pertenecen al credo evangélico, como el parlamentario Julio Rosas, quien presentó un millón de firmas para pedir al Congreso que archive la iniciativa de unión civil por ir en contra de "las costumbres moralistas".