Del total de la energía sísmica liberada en el mundo durante el siglo XX, un tercio se dio en Chile y eso fue antes del terremoto de 2010, afirma Jorge Claude, gerente general de la Asociación de Aseguradoras. Ante este hecho, el ejecutivo explica que era imperativo contar con un mapa de riesgo sísmico para anticipar eventuales catástrofes producto de movimientos telúricos. El Insurance day efectuado en Londres, y de forma paralela al Chile day, fue el espacio escogido por el gremio para enseñar el mapa de riesgo de tsunami. El de terremotos estaría listo en marzo, asegura Claude.

¿Qué es el mapa de riesgo?

El mapa de riesgo determina la vulnerabilidad de ciertas áreas que pueden ser afectadas por un tsunami producto de un terremoto.

Ello permitirá aportar mayor información en los planes de manejo de catástrofes y de evacuación. Para nosotros tiene el alcance de poder entender bien cuál es el riesgo al que está sometida una determinada propiedad y en función de esa información cada firma determine cuáles son las condiciones en que puede ofrecer una cobertura.

¿Cuáles son las conclusiones que han obtenido con la aplicación de esta herramienta?


En el caso de tsunami, las estructuras funcionan en las principales ciudades, y una casa construida con las normas vigentes en Chile no debería tener problemas. Después de cada terremoto cambian las normas de edificación. Por ello, el año en que fue construido el edificio es muy importante. Nos parecía que no tener un mapa de riesgo cuando somos el país más sísmico del mundo es raro. Por eso nos estamos colocando al día.

Con este nuevo instrumento, ¿qué debería pasar con las primas?

Puede pasar en algunos casos -y viendo el vaso medio vacío- que se termine ajustando el precio. Habrá de los dos lados. En algunos casos, las primas podrían bajar, ya que se ve que ciertos lugares no son vulnerables. Hay que tener en consideración que este es un mercado competitivo.

¿A qué sectores de la industria les será más útil este mapa?


Lo que uno ha visto es que al final, y por eso es que fuimos a Londres, es que debes pensar en los reasegurados, porque estas cuentas grandes las pagan ellos, no las compañías locales. De los US$ 7.500 millones que se pagaron en el terremoto de 2010, cerca de US$ 7.300 millones lo deben haber pagado este tipo de empresas. A Lloyds (una de las mayores empresas de la industria de seguros) le interesó mucho y están a la espera de que les mandemos la versión final. Lo importante es que se podrá acceder a esta información al momento de negociar los contratos.

¿Qué impresión manifestaron del mercado local?


La impresión es que Lloyds tiene ganas de hacer más cosas acá. Chile es importante, porque contrata muchos reaseguros, ya que es muy catastrófico, por lo tanto, hay primas elevadas cada año.

¿Manifestaron preocupación por los cambios que se producirán a partir de diciembre en el código de comercio y que afectarán al mercado de seguros?

El mensaje es que las reglas están claras y se cumplen.

¿Cuáles serían los principales cambios producto de este ajuste?

Cambia la forma en que te comunicas con los clientes y la forma en la que se resuelven los conflictos. También hay un cambio en la forma de liquidar los siniestros, plazos más cortos, procedimientos más expeditos, existe nueva lógica con la que se funciona.

¿Cuáles son los cambios en la forma de resolver diferencias con los clientes?

Ahora se puede ir a arbitraje, pero a contar del 1 de diciembre se podrá ir a la justicia y eso podría significar que se van a extender los plazos más allá de lo prudente.

¿Existe el riesgo de que se judicialicen en exceso estos procesos?

Podríamos tener en un porcentaje menor una judicialización. El riesgo está más en que se alarguen los procesos. Se debe considerar que los arbitrajes son pagados, en tanto los tribunales de justicia son gratis.