Los últimos nueve meses de Gonzalo Lama han sido los más terribles de su carrera como tenista. Un lapso en el que casi no ha podido jugar, por culpa de una luxación del tendón extensor ulnar del carpo de la muñeca derecha y una rotura del retináculo, que es la membrana que cubre el tendón. La lesión apareció el 27 de septiembre del año pasado. Sin embargo, recién el 14 de noviembre se sometió a una intervención. Había esperanza, pues los tiempos de recuperación indicaban que en 90 días iba a retornar a la actividad sin problemas. Sin embargo, los hubo. A su regreso, frente al argentino Leonardo Mayer en el Challenger de Santiago, a principios de marzo, el dolor recrudeció, causándole un edema óseo, que lo marginó por otros tres meses más.

Después de jornadas de mucha oscuridad, el León está listo para su retorno. Esta semana volverá a competir en un Futuro en Estados Unidos, donde buscará reencontrarse con su mejor versión. Sentado en una banquita, al lado de una de las canchas de arcilla del Estadio Croata y acompañado de una bolsa de hielo en el brazo derecho, donde tiene una vistosa cicatriz producto de la cirugía, relata sus sensaciones en esta charla con La Tercera.

Lo veo con una bolsa de hielo en el brazo. ¿Cómo se encuentra?

Cuando uno viene saliendo de esta lesión, lo principal que recomiendan es utilizar hielo en la zona. No me duele casi nada la muñeca. Lo único es que me empezaron a aparecer otras cosas, como tendinitis chicas en el codo. Pero eso es súper manejable.

¿Cómo ha vivido estos meses de ausencia en las competencias?

Han sido raros. Ahora ya estoy saliendo y estoy mucho más contento, pero hubo un momento en el que no sabía lo que iba a pasar, porque no tenía claro el diagnóstico de lo que tenía. La verdad es que tenía un edema óseo, pero algunos doctores me decían que eran tres semanas de para y otros me decían que eran tres meses. Al final terminé yendo a un doctor de mucha confianza, que me cantó bien claro los tiempos. Y hasta el momento me ha resultado todo bien y he estado entrenando las últimas dos o tres semanas bastante normal y cuidándome mucho la mano. He hecho mucha kinesiología y físicamente he entrenado durante todo este tiempo. La verdad es que estoy saliendo bastante bien del parate.

¿Qué ha sido lo más duro de todo este tiempo?

Ahora se me ha ido mucho el ranking (mañana aparecerá cerca del puesto 675) y es duro ver que se te está yendo al carajo todo lo que construiste durante mucho tiempo. Psicológicamente es complicado. Pero lo más difícil es ver a tus pares jugando los torneos que siempre quieres jugar y yendo al circuito normalmente. No ser parte de eso ha sido desagradable.

¿Cree que se apuró al haber regresado en marzo?

Sí, obviamente la responsabilidad es mía, pero me guié por los consejos de mi doctor. Quizás no fui claro en lo que le planteé a él. Pero sí, me apuré. Tenía un edema óseo, jugué con él. Me dolía bastante antes de jugar y jugué igual. Claramente es responsabilidad mía. Es algo de lo que me arrepiento harto. Pero quizás se puede entender desde la ansiedad que significa jugar en casa y con tu gente. Creo que esa ansiedad también me pasó un poco la cuenta. Volver a jugar en el Challenger de Santiago fue algo que quería desde siempre. Mi doctor me lo planteó como algo realista. Pero hubiera preferido perderme ese torneo y haber jugado normal que haberlo jugado y perderme tres o cuatro meses más.

¿No se le pasó por la cabeza en este periodo mandar todo a la cresta y retirarse del tenis?

Es complicado y obviamente se te pasan muchas cosas por la cabeza. No sé si el retiro, pero empiezas a perder la confianza y empiezas a perder todo lo que uno construye durante mucho tiempo. De un minuto a otro se te empieza a ir todo el ranking y tienes que empezar a recuperar. Es difícil, pero cuando volví a entrenar tenis de nuevo, me volvió la alegría al cuerpo. Y siento que es algo que puedo volver a lograr tranquilamente y quizás hasta mejor, porque creo que esto me puede enseñar muchas cosas y salir fortalecido. Puede ser una ventaja.

¿Qué cosas hizo en este tiempo?

Estar con mis amigos. Está bien un mes, dos meses... Uno lo disfruta harto. Estuve harto tiempo con ellos, con mi polola, con mi familia... Eso igual fue lo bueno, pero pasan seis, siete meses y ya es como mucho y uno igual quiere volver al circuito.

¿Es cierto que pensó en estudiar por internet?

Es algo que, como estuve mucho tiempo parado, estuve a punto de hacer. Tampoco me quitaba tiempo en el tenis y probablemente empiece a hacerlo. Pero ahora mi prioridad es volver a jugar y la verdad es que se me ha ido olvidando eso.

¿Cuál es la planificación para su regreso al circuito?

Voy a jugar una gira de tres torneos en Estados Unidos. Después me voy a una gira por Europa para volver a recuperar el ritmo y poder empezar a jugar challengers de nuevo. Me quiero sentir con nivel y con ritmo para volver a jugar los challengers y aparte porque los doctores me recomendaron no volver en un nivel tan alto. Entonces, estoy tratando de irme más tranquilo y aprovechar de sumar más puntos también.

¿Se ha puesto metas en términos de ranking?

Yo creo que lo voy a ir viendo en el camino, pero algo que pienso es estar entre los 300 a fin de año. No es muy complicado, creo que tengo el nivel para escalar a ese ranking en lo que queda de año.

¿Qué le parece el momento que vive Nicolás Jarry?

Bacán. Se lo merece, es una muy buena persona. Yo estaba en una posición similar el año pasado y tuve la mala suerte de lesionarme, pero yo lo veo bien a él. Ha venido logrando grandes cosas y creo que se lo merece por la persona que es, por cómo entrena y por lo profesional que es.

Imagino que le dolió perderse la serie de Copa Davis en Colombia.

Obvio que me dolió perdérmela. Tenía muchas ganas de jugar contra ellos. No se pudo y acá estamos, luchándola de nuevo. Luchándola desde abajo...

¿Qué opina sobre el actual escenario que vive el tenis chileno?

La verdad es que me he mantenido al margen de todas las peleas. De hecho, cuando Hans (Podlipnik) me habla y estamos todos los jugadores hablando... yo les he dicho que me da mucha lata seguir peleando. Y quizás va a sonar muy individualista, pero ya no estoy para seguir desgastándome por peleas estúpidas… Igual estoy muy decepcionado de mucha gente, que piensa solamente en ella misma en cuestiones que son de federaciones deportivas, en donde deberían todos velar por el bien común. Ya me cansé. Hay mucha gente egoísta en todos lados, no sólo en el tenis. La mayoría de la gente es súper egoísta y piensa poco en los demás. Siempre están en las buenas y no en las malas.

¿Y quiénes son los que han estado en las malas?

Tengo personas con las que soy más cercano, que nunca me han dejado de lado y nunca lo van a hacer. En este tiempo me quedó claro quiénes son. No hablo de personas específicas, pero uno mismo se da cuenta cuando gana de la cantidad de personas que a uno le escribe. Y cuando uno está ahí abajo, la cantidad de personas que te escribe y se preocupa realmente por ti disminuye mucho.

¿Cree que este año ha sido el de mayor aprendizaje para usted desde que es tenista?

Totalmente, porque la lesión me llega cuando estaba en mi mejor momento tenístico. Estaba 160, estaba subiendo harto de nivel y eso fue lo más duro. Porque por último si me hubiera agarrado más o menos mal, no me hubiera afectado tanto. Pero me agarró justo en mi mejor momento y eso fue lo que más me afectó. He tenido harto aprendizaje en el sentido de que probablemente cuando esté ahí de nuevo lo voy a disfrutar muchísimo más y voy a cuidarme el doble de lo que me cuidé para que no me pasen estas cosas, aunque yo igual me cuidaba harto. Y creo que la próxima vez que esté ahí, siento que no lo voy a desaprovechar en cuanto a pegar el gran salto.