Ayer en la noche Los Bronces logró retomar su operación tras cinco días de toma ilegal de parte de un grupo de trabajadores contratistas. La madrugada del pasado sábado, la operación ubicada en la zona cordillerana de la Región Metropolitana sufrió el corte de caminos y, a medida que avanzaba el conflicto, la quema de maquinarias y la paralización de faenas que al día produce 1.200 toneladas de mineral de cobre fino.

Las pérdidas podrían ser relevantes, pero la minera asume ese costo, afirma por escrito Hennie Faul, presidente ejecutivo de Cobre de Anglo American. Sin embargo, señala que hoy el foco está en normalizar el proceso productivo de una de las dos operaciones de cobre que la compañía tiene a nivel mundial.

¿Por qué escaló tanto el conflicto con los contratistas?

Escaló porque se usó la violencia como una herramienta de presión. Lo que hemos enfrentado en este conflicto es un intento, por parte de un grupo menor de contratistas, de empujar una negociación que podríamos llamar de "segundo piso", es decir, trabajadores contratistas negocian en primer lugar beneficios y bonos con sus empleadores (empresas contratistas) y después instalan, por la fuerza, una segunda negociación, pero ahora con la mandante de esas empresas contratistas (en este caso Anglo American) para obtener otros bonos y beneficios adicionales.

¿A cuánto asciende el costo de haber paralizado la mina?

Lo importante es rechazar el uso de la violencia como una herramienta válida para obtener condiciones económicas adicionales. En eso no vamos a transar. La toma fue depuesta después de cinco días y en Anglo American asumimos los costos de mantener paralizada la operación, priorizando la seguridad de los trabajadores y de nuestras instalaciones. La decisión de suspender las operaciones de Los Bronces obedeció a que no se contaba con las garantías mínimas para garantizar la seguridad de las personas. Se trata de una decisión de fondo, que asume los costos que implica y en la cual no transamos.

¿Cuántos trabajadores contratistas estuvieron involucrados en el movimiento?

En la toma estuvieron participando no más del 10% del total de trabajadores contratistas de la operación, lo que demuestra que no es legítimo ni representativo. Hay que considerar que el total de trabajadores contratistas de Anglo American en Chile alcanza a cerca de 6.000 personas. Muchas de las que participaron en estos hechos se mantuvieron encapuchadas, por lo que no es posible saber si eran trabajadores de las empresas o personas ajenas a las operaciones, pero en función del nivel de violencia desatado, sospechamos que hubo gente infiltrada que no eran contratistas de nuestra operación.

¿Evalúan terminar los contratos de aquellas firmas cuyos trabajadores estuvieron en el conflicto?

Todas las personas que hayan cometido actos ilegales o hayan participado en hechos de violencia no pueden seguir trabajando en las operaciones de Anglo American. Las empresas contratistas deben trabajar con personas que cumplan con la ley y con el Estado de Derecho.

Conversaciones desde septiembre

¿Qué avances hubo en la mesa que crearon después del movimiento del 16 de noviembre?

Desde septiembre estamos promoviendo el diálogo entre las empresas contratistas y sus trabajadores, en un proceso que debe continuar, ahora que la toma se ha depuesto, por las vías establecidas hasta que las partes logren un acuerdo. El 25 de noviembre la dirigencia del movimiento aceptó la propuesta presentada por las empresas contratistas, la que lamentablemente fue rechazada por la asamblea.

¿Este 2016 es el peor año de Los Bronces?

Los últimos dos años han implicado grandes retos operacionales en Los Bronces dadas las condiciones de sequía, primero, y luego de gran cantidad de nieve. Las negociaciones laborales y ahora este conflicto de trabajadores contratistas también han afectado nuestra producción. Los Bronces tiene una larga historia y hemos enfrentado muchos desafíos en el pasado. Hoy nos encontramos enfocados en superar la situación creada por la toma de Los Bronces y normalizar nuestros procesos.