De madrugada arribará hoy Alejandro Agag a Santiago. El creador de la Fórmula E, la serie de autos eléctricos de la FIA, llega a la capital para irse directo a La Moneda, donde se hará el anuncio: Chile será sede de la tercera fecha de la temporada 2017-2018 de la categoría. Los años de trámites para traer la F-E a esta parte del mundo habrán dado frutos.

El anuncio oficial se hará en el Palacio de gobierno, justamente antes de que la Presidenta Bachelet viaje a Ecuador y el lugar elegido no es casualidad, pues en una aventura como la Fórmula E deben estar involucrados varios interventores: el ministro de Energía, Andrés Rebolledo; el de Deportes, Pablo Squella, además de las coordinaciones con las secretarías del Medio Ambiente, Obras Públicas, con la Intendencia Metropolitana y con la Municipalidad de Santiago.

Las primeras gestiones para el arribo de la competencias las hizo el ex piloto de Fórmula Uno Eliseo Salazar en 2013, cuando recién se preparaba la primera temporada de la serie, que abarcó 2014 y 2015.

En esa oportunidad, Salazar habló con las autoridades locales y con las de la FIA. Ambos vieron con buenos ojos que Santiago recibiera la naciente serie, que hoy cuenta con varios ex pilotos de la Fórmula Uno en sus filas.

Sin embargo, los plazos se fueron alargando y hasta los cambios de gobierno y de mando en el Ministerio del Deporte fueron retrasando la idea.

Salazar y el ministro Rebolledo asistieron hace unas semanas a la fecha en Buenos Aires de esta tercera temporada de la categoría. En esa oportunidad el secretario de Estado aseguró que el Gobierno apoyaría la idea, pero no habría apoyo estatal para traerla; los recursos deberían encontrarse de manera privada, siguiendo la línea de la negativa del regreso del Dakar al país si es que había que pagar.

Esa vez, Rebolledo destacó la importancia de que el desarrollo de los autos eléctricos sea visible en Santiago, así como lo trascendente que es para Chile ser productor de varios materiales fundamentales para la construcción de los vehículos, como el cobre y el litio.

El costo que deben solventar los organizadores es de la creación del circuito urbano, la serie se encarga de llegar a Santiago. De acuerdo con las cifras que se manejan, el costo es de un millón de dólares por kilómetro de circuito y el de Santiago tendrá 2.500 metros.

Si se mantienen los planes originales, el circuito, que debe ser urbano, se emplazaría en los alrededores del Museo de Bellas Artes, en el centro de la ciudad.

La fecha elegida es el 3 de febrero de 2018. En verano, pues es la época en que hay menos impacto vial. Será la tercera fecha, después de Hong Kong y Marruecos.

Que se corra en circuitos callejeros es la principal petición de los organizadores, pues la idea es que el público vea en la calles de las ciudades el bajo impacto de contaminación y ruido que implican estos vehículos.

Los detalles del arribo del automovilismo del futuro se conocerán esta mañana en La Moneda, palacio que podría ser incluído en el recorrido del circuito.