Desde que fue ingresado a la Cárcel de Alta Seguridad por el crimen de Daniel Zamudio, Alejandro Angulo Tapia (31), uno de los condenados por su asesinato -del que el próximo 27 de marzo se conmemorarán cinco años-, ha sido protagonista de diversos hechos de violencia y faltas al interior del recinto penitenciario.

Riñas e ingreso de celulares han sido el principal motivo por el que, según el documento de la oficina de clasificaciones de internos, entre 2014 y 2017 ha sido reubicado nueve veces de celda, sumando una nueva petición en las últimas semanas que está en pleno trámite.

Mediante una misiva manuscrita enviada a principios de enero, Angulo pide "humildemente y con el mayor de mis respetos" una audiencia de cautelares de garantías debido a la "necesidad de rectificar las medidas de seguridad y otros dictámenes resueltos a mi favor por vuestro tribunal". Una de las peticiones es la rectificación del cambio de módulo desde máxima seguridad hacia el módulo laboral "J" de la misma cárcel.

El motivo del cambio se remonta al 9 de febrero de 2016, cuando Angulo aseguró haber sido golpeado por gendarmes de la unidad que habitaba quedando, según indicó en audiencia, con lesiones de carácter grave por las que perdió incluso piezas dentales. Por lo mismo, se ordenó realizar un "traslado por dispositivo TAR" (Traslado de Alto Riesgo) con el fin de asegurar su integridad física y psíquica.

Angulo, quien fue condenado por agredir y posteriormente asesinar a Zamudio -aunque él ha mantenido su inocencia- ha estado en distintos períodos, según un informe médico del penal, en tratamiento psiquiátrico para tratar las crisis de pánico que padece. Además, ha pedido resguardo especial para no tener contacto con los otros condenados por su misma causa.

La audiencia donde se vería nuevamente la situación de Angulo está fijada para mayo de este año.