Robinson Castro Fernández, alumno del Instituto Nacional José Miguel Carrera, que obtuvo 365 puntos de los 400 en juego resultó ganador de la gran Final Nacional de Olimpiadas Chilenas de Informática 2013 y junto a Gabriel Norambuena, también del instituto Nacional José Miguel Carrera; Pedro Gallardo, del Colegio Santa Sabina de Concepción, y Nicolás Orellana, del Colegio Santa María de Paine, todos con Medalla de Plata, representarán a Chile en la Olimpiada Internacional, que se realizará del 6 al 13 de julio en Australia.

Esta primera competencia nacional fue organizada por la Sociedad Chilena de Ciencia de la Computación, con el apoyo de distintas instituciones de educación superior a lo largo del país, como la Universidad de Chile, Universidad Técnica Federico Santa María, Universidad Católica de Chile, Universidad Mayor, Universidad de La Serena y Universidad Católica de la Santísima Concepción, entre otras; además del Ministerio de Economía, de la Fundación Ciencia Joven, y el auspicio de NIC Chile y Microsoft Corporation.

El objetivo de dicha competencia es despertar en los estudiantes de educación media el interés por la Ciencia de la Computación y la Informática: "Queremos usar estas olimpiadas como una iniciativa para incentivar la inclusión de conceptos avanzados de computación en las aulas escolares, mostrar que computación no es sólo una herramienta, si no que hoy es una rama esencial que podría llegar a estar a la altura de las más clásicas como matemáticas, física y química", explicó Jorge Pérez, Director de las Olimpiadas y Académico del DCC.

La final de la competencia, realizada el pasado 11 de mayo en el Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile, contó con 18 estudiantes clasificados a nivel nacional, provenientes de Concepción, Temuco, Curicó, Talca, La Serena y Santiago, quienes en tiempo récord se motivaron tras ser invitados por los departamentos de Computación e Informática de las diversas Universidades a participar de capacitaciones de programación Computacional. "La idea era preparar a los estudiantes para una competencia en donde medirían sus capacidades para resolver problemas usando un computador", comentó Pérez.

Los estudiantes en la final debieron resolver en cinco horas, cuatro problemas de programación de variadas dificultades. "En general para un mismo problema, una solución simple podría servir para obtener parte del puntaje, pero para obtener todo el puntaje se necesitaría de una solución inteligente y eficiente. Por ejemplo, el problema 1 "Palabras (y más palabras)" tenía varios niveles de dificultad. Un nivel que permitió que casi todos los alumnos tuvieran más de 50 puntos (de un total de 100), pero que sólo el campeón pudo resolverlo de manera tal que tuvo 100 puntos, con una solución realmente inteligente y elegante, que dejó impresionado a la mayoría de los profesores universitarios que nos encontrábamos", comentó Jorge Pérez.