Esta semana se dio a conocer que la candidata ultraderechista a la presidencia en Francia, Marine Le Pen, estaría involucrada en un caso de empleos ficticios que habría atribuido como eurodiputada a su guardaespalda y jefa de gabinete quienes fueron cuestionados por la policía local.

Ayer era el turno de Le Pen, pero se negó a ser interrogada y avisó que solo responderá a las convocatorias que le haga la justicia después de las presidenciales de abril y mayo y de las legislativas de junio. 

Según la cadena de radio, Franceinfo, constató que la candidata estaba citada a las 14:00 horas local del miércoles en la oficina anti-corrupción de la policía judicial de Nanterre.

No presentarse en una comparecencia policial o judicial puede ser un delito, sin embargo, Le Pen cuenta con inmunidad parlamentaria por ser eurodiputada. 

Este caso lo lleva investigando la justicia francesa desde hace dos años para constatar si el guardaespalda y la jefa de gabinete fueron contratados como asistentes parlamentarios en la Eurocámara y si efectuaron las funciones con las que fueron remunerados con fondos públicos.