A un día de que se entregaran los resultados de la PSU 2017, la ministra de Educación, Adriana Delpiano, respondió a los cuestionamientos por la continuidad del test, que a juicio de organismos como la Confech es un mecanismo segregador en materia económica y de género, para poder ingresar a la Educación Superior.

En conversación con Cooperativa, la titular del Mineduc señaló que la PSU es "la" herramienta que hay disponible en este momento, pero que pese a esto "el Cruch también se ha abierto a la posibilidad de estudiar alguna modificación.

"Yo creo que la herramienta tiene dificultades cuando se aplica a alumnos de los liceos técnicos profesionales, muchos de ellos terminan en el sector público y quieren entrara a la universidad y tienen una formación claramente menor", dijo.

En la misma línea, la secretaria de Estado manifestó que "la prueba no mide aptitudes, sino más bien, conocimiento, y ese es un tema que produce una distorsión y perjuicio".

"Ojalá se hagan los estudios necesarios. Estos no son cambios de un día para otro, pero a mí me parece que debiera estudiarse un mejor mecanismo", agregó Delpiano.

Esta mañana el Colegio de Profesores llamó al Mineduc y al Cruch a "poner fin a la PSU", por tener un "sesgo clasista brutal, un sesgo centralista y tiene un sesgo de género, que a estas alturas no podemos seguir viendo".

"La prueba PSU fracasó cuando pretendió reemplazar a la Prueba de Actitud Académica (PAA). A 14 años desde que comenzó podemos señalar que fracasó", sentenció el gremio.