Marcela Irene Rodríguez Valdivieso, quien se hizo conocida -durante la década de 1990- como la "Mujer metralleta", describió en una entrevista televisiva su actual vida en Italia y aseguró que no volvería al país.

Rodríguez fue condenada, en 2002, a una pena de 10 años de extrañamiento (que le impidió regresar al territorio nacional), tras protagonizar en 1990 el rescate del lautarista Marco Antonioletti, en el Hospital Sótero del Río. En el tiroteo recibió un balazo que la dejó parapléjica, por lo que se desplaza en silla de ruedas.

En el programa Sin retorno: Chilenos presos por el mundo, que será exhibido hoy en Mega, aseguró que el costo de la vida es uno de los principales motivos para no regresar al país: "Es carísimo volver a Chile", aseguró y recalcó que teme que si vuelve a Santiago, su marido "gane el sueldo mínimo".

Sobre su vida en Italia, donde vive con una pensión de invalidez de unos 300 mil pesos chilenos, recalcó: "Todo lo que hay aquí adentro es nuestro", mientras mostraba su departamento de un ambiente en Abbiategrasso, provincia de Milán. "Nuestra casa es esta (...), para los dos solos. Por lo menos estamos bien así". Sin embargo, sostuvo que "puede ser muy bonito este país, a mí me gusta mucho, pero yo estoy aquí obligada, si quiero irme a mi país no puedo, por lo tanto, es una cárcel, en el fondo, es una cárcel para mí".

Al llegar a Italia se le otorgó una visa de salud y un sindicato le otorgó apoyo económico. Antes de esto, le habían negado asilo en Noruega, Suecia, Holanda, Bélgica y Francia.

Previo a establecerse en Abbiategrasso, pasó cuatro meses en un hospital en la ciudad de Magenta, tras lo cual recibió tratamiento en un centro de discapacitados en Arluno.

Respecto de su participación en el Movimiento Lautaro, afirmó que "la primera vez que usé un arma fue una metralleta (...). Nosotros empezamos sin armas. Fuimos a un banco, donde había un carabinero con una Uzi. Esa fue la primera arma que tuvimos. Una uzi que se le quitó a un carabinero en un banco", afirmó.

El rescate

El 14 de noviembre de 1990, un grupo armado del Mapu Lautaro planeó el rescate de

Antonioletti, quien estaba en prisión, pero que ese día tenía un control en el Hospital Sótero del Río. "Vimos todas las cosas que teníamos que ver y qué tenía que hacer cada uno", señaló Rodríguez. "Era un deber nuestro rescatarlo", agregó.

En la oportunidad, murieron cuatro de los gendarmes que custodiaban a Antonioletti. Al huir se produjo un tiroteo, en el que perdió la vida el cabo Alfonso Villegas.