Un aumento cercano a los 3.300 casos anuales registran las cifras de nacimientos prematuros en el país entre los años 2000 y 2011, lo que constituye un incremento del 22,5% de los partos anticipados, según cifras del Ministerio de Salud.

Al comienzo de la década, del total de 248.893 niños nacidos, 14.845 lo hicieron antes de las 37 semanas, es decir, un 5,9% del total. En 2011, en tanto, cuando se registraron 247.358 alumbramientos, 18.193 lo hicieron de forma anticipada, o sea, un 7,3% de los lactantes (ver infografía).

El alza no es casual, explica el médico Carlos Becerra, jefe del programa infantil del departamento ciclo vital del Minsal, quien asegura que se trata de "un fenómeno mundial, al que se debe poner atención". Esto, porque nacer prematuro "marca a padres e hijos", dice  Romina Ruz, presidenta de la Asociación de Padres de Prematuros de Chile. "Cuando el niño es dado de alta comienza la problemática familiar, porque hay que estar pendiente siempre, sobre todo en los casos de prematurez extrema", dijo Ruz.

Becerra concuerda con esta apreciación. "Hay un grupo que son de muy bajo peso, incluso menos de 1.500 gramos y que están por debajo de las 32 semanas gestacional. Ellos corresponden al 1% de los niños que nacen al año e influyen en la mitad de la mortalidad infantil en el país. De ahí la importancia de monitorear los partos prematuros, porque existe más riesgo de mortalidad", explica.

De hecho, de los 1.908 niños menores de un año que fallecieron en 2011 en Chile, 1.205 pesaban menos de 2.500 gramos.

El médico también apuntó a las consecuencias en la salud. "Hay un alto porcentaje de estos niños prematuros que sobreviven, pero que tienen problemas neurológicos, sensoriales, broncopulmonares, lo que termina afectando su calidad de vida", añadió Becerra.

LAS CAUSAS

El aumento de los partos prematuros, registrado en Chile y el mundo, responde principalmente a tres factores,  según Stefan Hosiasson, neonatólogo de la Clínica Las Condes.

"En orden decreciente está primero el embarazo múltiple, que se da principalmente por las técnicas de fertilización asistida. Le sigue el desplazamiento de la edad de embarazo en las mujeres, cuyo promedio se retrasó a los 30 años. Y, finalmente, el aumento de las cesáreas", explica el experto, quien añade que "el parto prematuro no ha desaparecido y es difícil bajarlo llegado cierto punto".

El ginecoobstetra de la Red Salud UC Christus, Rogelio González, añade que entre las causas más comunes para que se aceleren los nacimientos aparecen también "las infecciones obstétricas, enfermedades maternas y fetales", que pueden sufrir las pacientes.

Para el doctor González, lo primordial es estar atento a los riesgos. "Chile es uno de los países con baja prematurez en el mundo, pero el problema es que ha aumentado. Hay que tratar de sumar semanas de gestación. Lo principal es el control del embarazo, ir a la matrona, hacerse las ecografías y, si hay problemas, tratarlos oportunamente", aclara.

El neonatólogo Hosiasson agrega que la mujer debe estar atenta a síntomas como "contracciones antes de tiempo (entre las 22 y 37 semanas) o sangramiento en el primer trimestre".

Y aunque cualquier mujer puede tener este tipo de embarazos, hay unas que son propensas a desarrollarlos por factores físicos y médicos. Hosiasson menciona "problemas anatómicos, como un cuello uterino que no retiene embarazos, alteraciones de coa- gulación de la sangre, que afecta la placenta, y temas de hipertensión y diabetes. Además, en mujeres con tabaquismo durante el embarazo, se da mucho la prematurez en los embarazos adolescentes".

Otro punto importante, dijo Romina Ruz, es "hacer  un seguimiento de los niños prematuros: "En Chile hay prevención. El GES incorpora la prevención prematura, pero no se sigue el monitoreo después de nacidos, cuando los niños se  desarrollan y aparecen las alteraciones propias de nacer antes de tiempo. Ahí los pacientes son olvidados por el Estado".