Otros de los proyectos que la Presidenta Bachelet dejará enviados al Congreso es el de matrimonio igualitario. El debate valórico en su sector estuvo muy presente en la campaña a las primarias. ¿Está dispuesto avanzar en estos temas?

Fue nuestro gobierno el que presentó el proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja por una razón muy simple: estoy muy consciente de que hay cerca de dos millones de chilenos y chilenas que viven en pareja sin estar casados. Algunos son homosexuales, la mayoría son parejas heterosexuales y yo pensé que era muy justo y necesario no solamente proteger algunos bienes económicos como la herencia, previsión social, sino que también había que reconocer que era una relación de afecto. Se aprobó ese proyecto de ley y, por tanto, tenemos una institucionalidad para las personas que quieran seguir el camino del Acuerdo de Vida en Pareja y otra institucionalidad para aquellas personas que quieran seguir el camino del matrimonio. Creo que por su naturaleza, fundamento y objetivo final, el matrimonio tiene un sentido que lo ha tenido a lo largo de la historia, que tiene que ver con la reproducción. Así que son dos cosas distintas.

¿O sea usted no avanzaría en un proyecto de matrimonio igualitario?

No. Sí avanzamos y mucho en un proyecto de acuerdo de vida en pareja.

La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, ha dicho que era necesario dar una opinión clara respecto a la adopción por parejas homoparentales. Usted a ratos mostró apertura, después dijo algo distinto. ¿Cuál es su postura finalmente?

Todo se transforma en eslogan y caricatura. Yo creo que el que tiene derecho a ser adoptado es el niño, el que por alguna razón no tiene hogar, es el que tiene derecho. Por eso la ley que presentamos en nuestro gobierno y que vamos a insistir ahora es una ley que pone en primer lugar el interés superior del niño. Desde ese punto de vista no busca discriminar a nadie, lo que busca es encontrar la mejor familia para cada niño. Yo pienso que la mejor familia es donde exista la figura del padre y de la madre.

Si bien usted marca una preferencia clara para que los niños sean adoptados por un padre y una madre, en el caso de que no existiera esa figura… ¿usted se opondría a que una pareja homoparental pudiera adoptar?

Creo que lo peor que puede pasar a un niño es estar durante toda su niñez en un hogar de menores, especialmente a la luz de la experiencia del Sename, que ha mostrado una muy poca preocupación para cuidar y tratar bien, y ha mostrado mucha tendencia a maltratar, a torturar e, incluso, ha perdido la vida de muchos niños. Por tanto, la ley debe establecer criterios de preferencia, pero quien va a tener que resolver es el juez de familia.

Independiente que sea el juez quien decide según su proyecto, a su juicio, en el caso puntual, ¿usted se opone a que una familia homoparental pueda adoptar?

Mire en el orden de prelación y de preferencia, la ley establece y debe establecer que lo mejor, en mi opinión, es que los niños sean adoptados por una familia en que exista la figura del padre y de la madre. Si eso no es posible vienen muchas otras opciones, pero lo importante es el interés del niño. Lo que usted plantea es un caso muy excepcional.

Pero si existiera ese caso excepcional…

Las leyes se hacen para las grandes mayorías, para los casos generales, no para un caso específico. Le insisto en que la ley va a establecer un orden de prelación, donde en primer lugar van a estar familias estables, donde exista la figura del padre y la madre, después vendrán otros casos y resolverá el juez de familia.

A propósito de los niños, esta semana se rechazó el informe en la comisión investigadora por los casos de muertes de niños en el Sename. Durante su gobierno se presentó un proyecto en la materia. ¿Por qué no fructificó?

Presentamos un proyecto de ley que reemplazaba al Sename por dos nuevos y modernos servicios. Uno se hacía cargo de los niños y jóvenes que habían sido vulnerados en sus derechos, y otro servicio se hacía cargo de los jóvenes infractores de la ley que iba a depender del Ministerio de Justicia. Ese proyecto lo presentamos y la entonces Concertación lo frenó en el Congreso y, hasta el día de hoy, el gobierno no ha presentado un proyecto alternativo. Lo que ocurrió el día martes en la Cámara donde se rechazó un informe que se había trabajado durante un año y que había hecho un profundo diagnóstico de los maltratos que ocurren en el Sename y que proponía más de 64 soluciones, fue muy triste para Chile y para los niños y una vergüenza para la Nueva Mayoría. En el fondo qué hicieron, antepusieron esconder los errores que han cometido y proteger a sus personeros que eran responsables de esos errores por sobre lo que los niños merecen. Se olvidaron de los niños por protegerse a ellos mismos.

Pero los informes sobre esta materia dicen que se trata de un problema estructural, que afecta a todos los gobiernos, incluyendo el suyo. ¿Faltó voluntad durante su gobierno para impulsar una reforma?

Durante nuestro gobierno hubo total voluntad. Nosotros aumentamos el presupuesto del Sename en 130%.

Pero si hubiese buscado acuerdos, por ejemplo…

Buscamos el acuerdo. Presentamos el proyecto de ley, uno muy bueno, que discutimos con muchas personas y simplemente la Concertación de entonces lo frenó en el Congreso, como nos frenó tantos otros proyectos. Era absolutamente prioritario.

Entonces, ¿cree que hizo todo lo posible por los menores, no hay ninguna autocrítica al respecto?

Nunca uno hace todo lo posible, siempre uno pudo haberlo hecho mejor. Pero hicimos un esfuerzo muy grande de mejorar el Sename que existía, pero sobre todo nos dimos cuentas de que había que reemplazar la estructura del Sename.

¿Qué pudo hacer mejor?

Haber tenido mayor capacidad de convencer a la Nueva Mayoría de aprobar ese proyecto. Pero créame una cosa: la Nueva Mayoría casi nos hizo una huelga legislativa en la última etapa de nuestro gobierno.

Pero Chile Vamos hizo lo mismo con el proyecto de gobernadores regionales…

No estoy de acuerdo. Creo que nosotros somos firmes partidarios de potenciar a las regiones y a las comunas porque el modelo de desarrollo hoy día es absurdo. Pero para hacer un proyecto tiene que hacerse bien hecho, no un nuevo Transantiago. Elegir a un gobernador que no tenía ninguna atribución, recursos ni funciones y al lado poner a un representante presidencial que tenía todas las atribuciones era un conflicto insoluble. Hay que hacer las cosas bien. Primero transferir los recursos y atribuciones para que el gobernador que elija la gente sea un gobernador de verdad y no de papel.