Justo cuando hoy se conocen los resultados de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) del proceso de admisión 2017, la Fundación Techo Chile da a conocer un estudio en el que analiza la distribución territorial de los puntajes de la PSU rendida en 2015 en las 15 capitales regionales y las comunas del Gran Santiago. En éste se da cuenta de amplias diferencias en los resultados de los alumnos entre estas urbes y también dentro de la Región Metropolitana, donde se encontrarían los puntajes promedio más altos y más bajos del país.

Así, el estudio reveló que sólo 12 de las 35 comunas del Gran Santiago obtuvieron puntajes por sobre la media nacional de 500 puntos, y de éstas, únicamente Vitacura, Lo Barnechea y Las Condes registraron promedio por sobre los 600 puntos. En contraste, al otro extremo se encuentran Cerro Navia, cuyos establecimientos promediaron 414 puntos; San Joaquín, con 432 puntos, y Lo Espejo, con 436 puntos (ver infografía).

Asimismo, el reporte analizó estadísticamente los resultados PSU para buscar concentraciones de establecimientos que lograron puntajes altos y de los que lograron resultados bajos (en relación a la media nacional) en distintas zonas de la capital, evidenciando que existe un correlato entre éstos y el nivel socioeconómico predominante en esas comunas de la RM.

"En la mayoría de las capitales regionales, los puntajes PSU no se concentran en una zona o barrio en particular, sino que están dispersos por la ciudad (...). Sin embargo, en el Gran Santiago se observa claramente que existen zonas que reúnen colegios con puntaje PSU altos y otras que agrupan colegios con valores muy bajos", dice el documento (ver mapa).

Como explica el capellán de Techo Chile, Juan Cristóbal Beytía, "los puntajes significativamente más altos se concentran en el cono oriente de la capital, donde se ubican las comunas con mayores ingresos. Es decir, los colegios con mejores rendimientos están rodeados de otros colegios con buenos resultados. Mientras, hay dos zonas en las comunas norponiente y sur donde hay grupos de establecimientos con muy bajos puntajes, cercanos a otros con puntajes igualmente bajos". El capellán agrega que "lo más preocupante es que la PSU refleja la segregación residencial de la capital, reproduciendo estas desigualdades en la posibilidad de acceder a la educación superior".

Esta segregación se repite, según el informe, en menor medida en las conurbaciones de La Serena-Coquimbo y Valparaíso-Viña del Mar.

Además, la investigación realiza un análisis de los factores socioeconómicos que influyen en los resultados logrados por cada alumno en la prueba , concluyendo que variables como el género, la ocupación e ingreso de los padres y el tipo de establecimiento en el que estudian "explicarían en un 49,3% los resultados de la PSU".

"Nos parece dramático que la mitad del puntaje, es decir sus posibilidades de acceso a la educación superior, esté determinado por variables que no dependen de las capacidades de los chicos", añade el capellán.

Al respecto, el académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación (Ciae) de la U. de Chile, Juan Pablo Valenzuela, explica que "en nuestro sistema escolar, el nivel social es muy relevante para explicar el desempeño académico. Pero también están influyendo otras políticas, como la selectividad de los niños y el copago, que hacen que la segregación social de las escuelas y liceos sea aun mayor que la segregación urbana". Agrega que esta segregación "se agudiza en la enseñanza media, donde los colegios son más selectivos académicamente".

En esa línea, Cristóbal Villalobos, del Centro de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe) de la U. Católica, añade que "con esta segregación académica, a medida que avanza la trayectoria del estudiante, las posibilidades de obtener buenos resultados en la PSU van bajando".

Por su parte, la investigadora del Instituto Libertad y Desarrollo Cristina Tupper afirma que "la PSU es un reflejo de lo que logren los padres y establecimientos en la pre-básica y básica. Es ahí donde deben estar concentrados los esfuerzos y recursos, porque la prueba es sólo un termómetro de las brechas. Así que sea cual sea el instrumento de acceso a la educación superior, no va a cambiar el desempeño ni habilidades de los estudiantes".

Juan Pablo Valenzuela, de la U. de Chile, difiere: "La PSU necesita un profundo rediseño, porque incluso informes internacionales han corroborado que es un instrumento que tiene una serie de sesgos que deben ser modificados".

Nivel nacional

En el análisis de los resultados de las capitales regionales, en tanto, sólo cinco ciudades están sobre la media (Santiago, Concepción, Temuco, Puerto Montt y Punta Arenas), mientras que Arica y Coyhaique exhiben los peores resultados, con 468 y 475 puntos, respectivamente.

Al respecto, Cristóbal Villalobos, el experto de la U. Católica, afirma que "los datos oficiales dicen que en el norte es donde hay un mayor porcentaje de establecimientos con bajo desempeño. Pero estos resultados también tienen que ver con que es posible que en esta zona exista poca oferta educativa y que una parte importante de ésta sea de colegios polivantentes o técnico-profesionales, que no tienen un enfoque de preparar a los jóvenes para la PSU".