Cerrando una etapa y comenzando otra. En ese proceso está -cuentan sus cercanos- Kristine Tompkins, la mujer del empresario y filántropo norteamericano Douglas Tompkins, fallecido en diciembre del año 2015.

El matrimonio comenzó hace varios años el traspaso al Estado de Chile de las tierras donde hoy habita el Parque Pumalín, Santuario de la Naturaleza ubicado en la Patagonia y fundado por los Tompkins el año 1991. Y aunque el proceso ha sido lento, el traspaso se ha acelerado luego de que el 15 de marzo pasado la Presidenta Bachelet y Kristine firmaran el protocolo para la entrega de 407 mil hectáreas, a las que el gobierno sumará otras 900 mil de terrenos fiscales. De ahí nacerá la Red de Parques Nacionales de la Patagonia. Se trata nada menos que de la mayor donación de un privado al Estado desde que se tenga registro.

Pero no sólo ese proceso ha tenido ocupada a Kristine. La filántropa, como parte de esta nueva etapa, también decidió desprenderse de sus campos personales. Es así como hace unos días vendió en unos US$ 9 millones el fundo Reñihué al empresario, también norteamericano, Charlie Clark.

Se trata de una venta con una fuerte carga emocional, de un campo icónico para la familia Tompkins. El terreno -de 708 hectáreas- fue el primero que compró Tompkins al llegar a Chile el año 1991 y fue el punto de partida del proyecto de conservación. Es, además, el lugar donde se ubicaba la residencia de Douglas y Kristine, aun cuando, según sus cercanos, ellos nunca tuvieron una casa establecida, pues siempre se estaban moviendo de casa en casa, según el lugar que visitaran.

Fue la primera de 18 granjas que fueron compradas por los Tompkins y que fueron pioneras en el desarrollo de una agricultura ecológica sostenible a largo plazo. Fue en el Fundo Reñihué donde los Tompkins sentaron las bases de lo que conduciría a la formación de dos parques nacionales en Chile, Yendegaia y Corcovado.

La misma Kristine Tompkins dijo a La Tercera que "no podríamos estar más contentos de haber encontrado un comprador como Charlie, que se ha comprometido a continuar con nuestra visión y compromiso para este increíble lugar. Doug estaría muy feliz de saber que esta granja, que tanto amaba y trabajaba tan incansablemente, estará en tan buenas manos".

El abogado personal de los Tompkins, Pedro Pablo Gutiérrez, agrega que "hoy Kristine pasa más tiempo fuera de Chile que en el país". La misma Kristine, en una entrevista en febrero de este año en revista Caras, consultada sobre dónde vive hoy, señaló que "estoy siempre de un lado para otro, en Chile, Argentina, California y una temporada en Europa. Una vida gitana, la verdad, algo que compartíamos plenamente con Doug".

El proceso de venta fue asesorado por la empresa Fitzroy que lidera Hernán Passalacqua. Este último explicó que "para la Patagonia este campo es la joya de la corona, es donde se gestó el proyecto de conservación más grande del mundo. No es un campo solamente que se venda por hectárea, es una propiedad que tiene un valor histórico y significado infinito que solo pocos son capaces de visualizar. Esta propiedad es como haber comprado la casa de Picasso y Dalí, es un hito histórico en el mapa".

Según Gutiérrez, Kristine aún mantiene un campo en el sur, el fundo Las Rosas, cerca de Chaitén, pero bastante más pequeño que Reñihué, y que también ha estado a la venta en el pasado.

¿Por qué vende? "Estamos concluyendo una etapa", dice Gutiérrez. El traspaso de la propiedad de los parques al Estado y el fallecimiento de Douglas han influido en este proceso. Hoy, Kristine vive la mayor parte de su tiempo en California, donde aún reside su madre, comenta un conocido.

Pero sus cercanos aseguran que la venta de estos activos para nada significa que Kristine Tompkins abandone por completo nuestro país. Por de pronto, el abogado Gutiérrez explica que el traspaso de tierras al Estado contará con un acompañamiento de parte del equipo que hoy está a cargo de los parques, el que continuará haciéndose cargo de la administración de la infraestructura del parque durante un período, proceso que busca hacer una transición ordenada.

La apuesta de Charlie Clark

Quien compró Reñihué es Charlie Clark, un conocido y excéntrico empresario norteamericano, dedicado a la industria automotriz y cinematográfica.

"Visité Chile por primera vez hace casi un año y de manera instantánea me enamoré del país y su belleza natural", cuenta Clark, quien respondió algunas preguntas por escrito a La Tercera (ver entrevista relacionada).

El plan de Clark es utilizar estas 700 hectáreas para desarrollar una zona de conservación medioambiental.

Si bien esta es la primera propiedad que compra con el objetivo de conservación, Clark está entusiasmado al señalar que su "meta es honrar a todos los que han dado tanto de sí mismos debido a su amor y respeto por la preservación de este gran lugar".

La historia empresarial de Clark está ligada a la industria automotriz primero, y luego a la producción cinematográfica, negocio que, según señala, está comenzando a instalar en Chile.

Nació en el sur de Texas, y desde su bisabuelo que su familia se dedica al negocio de las agencias de autos. En 2001 compró una agencia de Nissan, y hoy es concesionario de esta marca en Harlingen, Brownsville y El Paso, Texas.

Para llegar al mercado latino, Clark decidió crear un programa televisivo: Green Ghost and MexSican.

Consultado sobre cuál es el tamaño de sus negocios en Estados Unidos, Clark señala que "esa información es confidencial, pero puedo informarle que mis concesionarias de vehículos están entre las de mayores ventas en Estados Unidos".