¿Discriminación o error? Esa es la interrogante que dejó abierta el caso de nueve postulantes a la Escuela de Gendarmería que, horas previas a su ingreso a la institución, fueron impedidos de hacerlo por su baja estatura y encerrados en una habitación.

El caso no dejó de llamar la atención del senador DC y ex ministro de Estado, Andrés Zaldívar. El parlamentario cuenta que ha debido lidiar con más de una broma por no superar el metro 60 centímetros de estatura. Sin embargo es enfático en asegurar que en su trayectoria política, esto jamás ha afectado su desarrollo profesional, ni personal.

"Nunca he tenido ningún tipo de discriminación ni me he sentido aproblemado, todo lo contrario. Me siento perfectamente capacitado (…) las bromas siempre están y a uno desde muy pequeño le dicen chico, por qué me voy a molestar si es una realidad. Si me dijeran alto, ahí me sentiría raro", relata el senador DC.

Zaldívar, quien ha encabezado las carteras de Economía e Interior, señala que en el caso de las instituciones uniformadas deben exigirse condiciones físicas mínimas por el tipo de labor que se realiza. "Hay reglamentos en determinadas instituciones que exigen altura mínima". No obstante, dice que "en el caso de Gendarmería se cometió un error por el hecho de haberse dado curso a las solicitudes y haber hecho viajar a la gente- incluso- de zonas extremas dando por aprobada su  solicitud. Ahí hay una falta grave".

También apuntó a una carencia de criterio al asegurar que "el hecho de fijar una estatura en 1,65 es bastante arbitrario, ya que por qué no podía ser 1,60 si para las mujeres pedían 1,58, y si hay una diferencia como un caso de un niño que vi que tenía un centímetro menos, entonces por qué dejarlo afuera, lo encuentro una estupidez".

Una visión similar tiene el músico y director de orquesta nacional Horacio Saavedra, quien mide 1,60 metro. A modo de anécdota, reconoce que fue su baja estatura la causa del acercamiento que tuvo a la música.

"Mi idea principal cuando estudiaba era ser aviador, era mi sueño dorado. Pedí las bases y los prospectos a la escuela Capitán Avalos y dentro de las mil cosas que pedían era un largo de piernas... hasta ahí llegó mi sueño y tuve que olvidarme de eso", dice Saavedra.

"Yo empecé de músico en el liceo y mi estatura me ayudó mucho en esto ya que siempre generaba el sentimiento maternal y de cariño, en mi caso me sirvió (…) uno crece con eso del 'chico' y al final, qué vamos a hacer,  hay que asumir como somos. Lo mismo si se te cae el pelo ¿qué le vas a hacer?".

Respecto de la experiencia vivida por los postulantes afectados, Saavedra asegura que "en alguna parte hubo un error y no creo que sea culpa de ellos, pero yo no diría que sea discriminación, son reglas que se ponen y uno tiene que acatarlas para desgracia de muchos, como fue el caso mío".