SEÑOR DIRECTOR

Hacer oposición implica controlar al que gobierna y proponer una alternativa, pero también supone reconocer lo que ese gobernante hace decentemente.

Quiero extraer de la exposición del Presidente algunas afirmaciones positivas. Entre ellas, reconocer una gestión eficaz en materia de compra oportuna de vacunas, solicitar perdón por los atrasos de entrega de la ayuda económica, haber extendido, aunque tarde, las transferencias a más familias y no haber dificultado la elección de una Convención Constituyente.

El último mensaje de Piñera sorprendió a muchos de la oposición. Primero, se cobijó en los presidentes de la Concertación y de la Nueva Mayoría. En 2010 dijo “en 20 días hemos avanzado más que otros en 20 años”. Contrasta con lo de hoy. Luego iluminó los desafíos futuros, a pesar de dejar pendiente reformas urgentes no abordadas cabalmente en su gobierno. Y una tercera sorpresa fue reconocer fallas evidentes del pensamiento económico conservador: primero, que el Estado es débil, contradiciendo la tesis del Estado subsidiario; y segundo, que hay carencia de una red de protección social, contraponiéndose a la tesis neoliberal que el mercado es el regulador social.

A ello el Presidente agregó su respaldo al matrimonio igualitario, sumándose a la opinión de la mayoría ciudadana. Esas afirmaciones son convenientes para el país, y más vale hacerlas tarde que nunca. Ojalá el mensaje del Presidente Piñera influya en sectores de la derecha más ideológica. Y espero que lo mismo ocurra en un sector de izquierda excluyente.

Los grandes desafíos futuros de la humanidad serán el cambio climático y la salud, la igualdad y la participación. Para superarlos necesitaremos más solidaridad y colaboración. La Constituyente es una pieza fundamental del Chile futuro. Por eso, escuchar al otro ayuda a encontrar acuerdos, realizar transformaciones imprescindibles y construir un futuro compartido.

Sergio Bitar