SEÑOR DIRECTOR

La nota sobre las zonas grises del Consejo para la Transparencia aparecida en su medio genera preocupación e inquietud de su rol de garante del derecho de acceso a información pública.

Entre los desafíos normativos urgentes para asegurar la confianza institucional se encuentra la profesionalización de los consejeros, quienes deben tener un compromiso y dedicación exclusiva. Se asegura así el cumplimiento de las competencias actuales -de transparencia y acceso- y futuras -de datos personales y rendición de cuenta-, previendo conflictos de interés.

Ante la próxima elección de consejeros a fines de este 2020, resulta eficaz la iniciativa del Consejo y del gobierno para fortalecer la legitimidad social de los nominados, facilitando la participación mediante un concurso público.

Juan Pablo Olmedo

Presidente Fundación Pro Acceso