SEÑOR DIRECTOR

En la última encuesta CEP, la opción rechazo aparece con un 13%. Con esos datos, parece inevitable una nueva Constitución. No obstante, lo más llamativo no es el rechazo, sino que la aprobación y la posibilidad de una convención completamente conformada por representantes electos. La opción apruebo solo tiene un 67% -contrario a otras encuestas- y hay un 20% que no sabe o no contesta, mientras que la opción de una convención mixta aparece como alternativa real con un 37%. Evidentemente, no podemos asegurar que ese porcentaje se sumará con alguna de las alternativas, pero sí sabemos, al menos, que pueden no tener una distribución equitativa.

La teoría muestra que las personas tienden a esconder sus preferencias cuando perciben que éstas no son populares. Por lo tanto, no sería extraño pensar que parte de los que aprueban, no saben y no contesta, se inclinen por la opción del rechazo o se abstengan de votar.

La participación electoral será uno de los principales temas en el plebiscito. Si la participación es baja, las probabilidades del rechazo aumentan. Lamentablemente, el informe de la encuesta CEP no entrega resultados desagregados por variables sociodemográficas. Sin embargo, la participación en las últimas elecciones con voto voluntario ha estado condicionada por la edad. Son, precisamente, estos grupos los que más se inclinan por el apruebo. En consecuencia, si votan los mismos de siempre es posible que la brecha entre el apruebo y rechazo no sea tan grande como se piensa.

Mario Herrera

Escuela de Ciencia Política y Administración Pública

Universidad de Talca