Por Catalina Parot, presidenta del Consejo Nacional de Televisión

Ya realizado el plebiscito del 25 de octubre, es oportuno evaluar la franja televisiva que lo precedió. Este espacio existe desde el plebiscito de 1988 (Ley N°18.700), bajo la premisa del enorme impacto de la televisión en la ciudadanía, debido a que se ve muchas horas, es de alcance general y sigue siendo la principal fuente de información.

La franja del plebiscito del 25 de octubre reflejó el momento político-social tras la incorporación de la sociedad civil en ésta, decisión promovida por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Esta inclusión, que terminó siendo una participación indirecta a través de partidos políticos y comandos, fue muy bien evaluada por la ciudadanía: sobre el 60% de los consultados la valoró.

¿Qué tan importante es que la televisión abierta transmita una franja política? Una encuesta realizada por el CNTV, junto a la Universidad Adolfo Ibáñez, muestra que el 50% de los encuestados cree importante la existencia de una franja televisiva.

Los datos del people meter de Kantar Ibope lo confirman: la franja logró niveles de fidelidad sobre 70% en todas sus emisiones, además de un alto encendido en el horario prime, alcanzando un millón de hogares. El rating de los segmentos de cada alternativa de voto fue prácticamente igual, ratificando su alcance masivo y su carácter equitativo.

Se ha dicho que la franja estaría obsoleta por el surgimiento de nuevos medios digitales. Veamos la realidad: en Chile, todavía la gran mayoría de las personas se informa a través de la televisión abierta, en especial los sectores de menos recursos. Quienes usan de manera frecuente los medios digitales y cuentan con conexiones de calidad y equipamiento tecnológico, no son la mayoría de la población.

Además, según los encuestados, la franja les fue de utilidad para decidir su voto: particularmente, personas de estratos bajos (54%) y habitantes de regiones (45%).

En los últimos 30 años, la franja política en televisión ha sido protagonista en todos los procesos electorales del país, con la coordinación del CNTV, institución encargada de la distribución de los tiempos de las alternativas políticas.

Este 2020 fue desafiante por el proceso inédito e histórico del plebiscito del 25 de octubre. El año 2021 se prevé intenso, con cuatro franjas televisivas en calendario. Por eso es importante relevar su rol y proyectarla al futuro.

Los legisladores deben realizar los cambios necesarios para actualizar las franjas políticas, de manera de incorporar los cambios que experimenta la sociedad tanto en el ecosistema tecnológico como en el surgimiento de un amplio espectro de voces y actores políticos. Es clave acercar la franja a las regiones, asegurando un espacio para los candidatos que representan esos territorios.

La franja del plebiscito dio un primer gran paso al incorporar a las organizaciones de la sociedad civil. Las franjas que vienen nos demandan nuevos cambios. La institucionalidad tiene el deber de responder a este desafío.