SEÑOR DIRECTOR:

En estas últimas semanas de campaña electoral, hemos visto que la desesperación por el fin pareció justificar todos los medios.

Bajo estas reglas donde “todo se vale”, absurdamente, la mejor campaña para el Apruebo terminó siendo la del Rechazo, y la mejor campaña para el Rechazo, la del Apruebo.

Finalmente, nadie sabe para quién trabaja.

Valeria Moretic