SEÑOR DIRECTOR:

Algunas personas están proponiendo “resucitar” el borrador de nueva Constitución como base para el nuevo experimento constitucional.

Insistir en un texto fracasado -sin pudor- implica una alta dosis de desconexión con la gente, al no considerar que estas ideas fueron rechazadas el 4/S.

Es una torpeza, porque también da cuenta de que los bordes pueden ser solo un marco de acción general para esta Convención 2.0, y que cabría interpretarlos jurídica y políticamente elaborando normas que consigan similares transformaciones a las pretendidas la vez anterior.

Está claro que el proceso actual parece más acotado. Sin embargo, si el borde “Estado social de derechos”, por ejemplo, debilita la propiedad y sepulta el principio de subsidiariedad, podría con ello menoscabar el desarrollo que permite a los ciudadanos concretar sus proyectos de vida.

No puede ser que esto ocurra por fatiga constitucional, descuido de Chile Vamos o porfía radical. Nuestro futuro social y económico pasa por fortalecer las instituciones que lo facilitan, desechando aquellas fracasadas recetas que no han funcionado en ningún lugar del mundo.

Rocío Cantuarias

Exconvencional