Una de sus últimas apariciones públicas fue dos días antes del balotaje presidencial en diciembre de 2017, entregando su público apoyo a la carta de la Nueva Mayoría Alejandro Guillier y llamando a los militantes de la DC a ser leales con el "bloque". Andrés Aylwin -fallecido en la madrugada de hoy a los 93 años de edad- volvía a tomar, entonces, distancia con su partido y a asumir una postura que era inicialmente resistida por sectores de la colectividad.

Y es que una de sus actuaciones políticas más recordadas fue haber suscrito, junto a otros doce militantes de la DC, un manifiesto que condenaba el golpe de Estado de 1973 y se descolgaba de la postura oficial de la directiva falangista liderada por su hermano, el expresidente Patricio Aylwin, quien justificaba el recién instalado régimen militar.

"Que en un tema tan importante hubiera un presidente del partido en una posición y su hermano en otra, creó situaciones difíciles en nuestra familia (…) pero actué en base a lo que me dictaba la conciencia y lo volvería a hacer mil veces", rememoraría 43 años después, en abril de 2016, en una entrevista con The Clinic.

Andrés Aylwin ha dicho que bien pudo haber sido socialista. Que incluso participó de varias reuniones del PS, pero que lo alejó la virulencia de los enfrentamientos de los que fue testigo. "En la falange, en cambio, el sentido de la amistad estaba muy desarrollado", explicó.

Ingresaría formalmente a la Falange Nacional en 1949, a los 24 años de edad, siendo estudiante de Derecho de la Universidad de Chile; 16 años después fue electo diputado por primera vez.

Tras el golpe asumió causas de derechos humanos y participó activamente del Comité Pro Paz y de la Vicaría de la Solidaridad, siendo relegado a Guallatire, una localidad próxima a Putre, a más de tres mil metros de altura sobre el nivel del mar.

Con el retorno de la democracia volvió al Congreso. Fue elegido diputado DC por San Bernardo dos periodos, entre 1990 y 1998. De ese tiempo, sin embargo, reconoció no haber tenido el mejor de los recuerdos, marcado por lapsos de distanciamiento con su propio sector.

"Nunca conté con el respeto del público de derecha ni con el de sus diputados. No me escuchaban, me gritaban y me decían comunista enquistado", dijo en 2015 en una entrevista con El

Desconcierto. Sus camaradas de la entonces Concertación tampoco lo hicieron sentir más cómodo, admitió en la misma entrevista. "Me decían 'ya Andrés, si te estamos escuchando; ya Andrés, si vamos a votar. Me costó que me escucharan, que me comprendieran".

Avanzados los años, y en medio de la distancia que sectores de la DC comenzaron a tomar con la Nueva Mayoría y el segundo gobierno de Michelle Bachelet, Andrés Aylwin se declararía como "un bacheletista furioso". "Vibro con ella. Le tengo casi tanto cariño como el que le tenía a Bernardo Leighton, el político que más he admirado", dijo en una entrevista a un medio local de San Bernardo en 2016, donde defendió el alcance de sus reformas.

Despedida transversal

Los últimos días de Aylwin, si bien los pasó junto a su familia, estuvieron marcados por su deteriorado estado de salud y el decaimiento. Recién en febrero pasado había fallecido su mujer, Mónica Chiorrini, a los 90 años de edad. Y el jueves de la semana pasada el sacerdote jesuita Mariano Puga había llegado hasta su hogar para darle la unción de los enfermos.

"Tal como fue su vida, falleció en paz, en su casa, acompañado de todos sus hijos y nietos. Nos sentimos orgullosos de lo que fue su vida", informaron a primera hora sus cuatro hijos.

Su funeral será este martes al mediodía en el Cementerio General, mientras que sus restos fueron velados hoy en la sede del ex Congreso, donde se le rindió un transversal homenaje. Dirigentes de la DC, partidos de oposición y de gobierno reconocieron la trayectoria de Aylwin.

"Se ha ido uno de los mejores hombres de nuestro país", dijo el Presidente Sebastián Piñera al rendirle honores.

El Mandatario llegó al ex Congreso pasadas las 17 horas y fue la oportunidad de reencontrarse, también, con dirigentes de la DC en medio de la tensión instalada entre el gobierno y ese partido por la designación de Luis Castillo como subsecretario de Redes Asistenciales, a quien la colectividad acusa de haber encubierto la autopsia -y de ese modo el homicidio- del expresidente Eduardo Frei Montalva.

Aunque sostuvo un diálogo cordial con Eduardo Frei Ruiz-Tagle, su hermana Carmen prefirió no estar presente en el salón al arribo del Presidente.

A su salida, Piñera se excusó de comentar el estado de las relaciones con la DC.