Este lunes 15 o el jueves 18 el gobierno volverá a revisar, una vez más, si hay margen o no para dictaminar que se relaje el horario del toque de queda, que lleva poco más de un mes y dos semanas desde que su inicio se adelantara a las 22 horas (26 de diciembre). En la sesión de anteayer, en el Comité de Emergencia Covid-19 “se conversó, se hizo un balance de la situación y se consideró que aún no podemos pasar a la medianoche, pues estamos esperando que haya mejores indicadores”, explica el ministro Enrique Paris. Pero la discusión no está cerrada.

Aunque el argumento mayor es que los contagios y otras cifras siguen siendo altas, en el Ejecutivo explican que no es tan simple, porque hay una maraña de argumentos a favor y en contra. Un elemento es la fuerte presión del comercio vespertino que recae sobre los alcaldes, varios con una elección encima.

Pero soltar un poco la cuerda en la noche arriesga nuevas masas de contagios, justo ahora que la vacunación está en pleno. Esta semana el gobierno lanzó su campaña #noquierotucarrete, contra las fiestas clandestinas, asunto que inquieta en La Moneda. Allá han medido que es una de las noticias más consumidas.

En algunas comunas hay distintas visiones. “Que se mantenga, pero que mejore la fiscalización, porque hay las fiestas en todo el Gran Santiago. Ha sido largo y la gente está cansada, lo sé, pero el contagio sigue circulando y hay que evitar las aglomeraciones y reuniones sociales, que son mayores durante la noche”, afirma la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro.

En Ñuñoa, Andrés Zarhi dice que no se debe levantar el toque de queda si no bajan los contagios, pero que sí “lo acortaría en al menos una hora o dos para reactivar el comercio y otros sectores tan golpeados, como el gastronómico”. Algo parecido cree José Manuel Palacios (La Reina): “Más flexibilidad, dependiendo del paso en que esté cada comuna, por ejemplo, o acortando el toque de queda a la medianoche”. Raúl Torrealba (Vitacura) piensa que “ya estando en marcha la vacunación, se podría extender a las 12 de la noche para ayudar al rubro gastronómico y turístico”.

El gremio gastronómico ha pedido informalmente al Minsal reunirse para esto; claman porque con dos horas más de ingresos podrían batirse mejor financieramente. Y en la mesa social Covid-19, uno de sus integrantes pidió un informe que explique la relación entre brotes y concurrencia a locales.

Consultas y minutas

De eso están conscientes en varios otros ministerios. Esta semana, cuentan en el gabinete, el Presidente les ha estado consultando -remotamente, él y varios siguen de vacaciones- si no se pueden buscar fórmulas para alivianar las restricciones, pero sin dar nada por hecho. Y agregan que han visto proclive a relajar el horario al ministro de Economía, Lucas Palacios.

Presidencia, narran otras versiones, ya ha hecho circular en el Comité de Emergencia Covid-19 una minuta con los diferentes toques de queda en el mundo, donde Chile no es el único país que aún lo mantiene, y el caso que más se destaca es el francés. Pero no se han insinuado decisiones, insisten. Con el nuevo elemento de la rápida y masiva vacunación, que debería alcanzar en pocos días los tres millones, el debate ha tomado otro tono.

En el Minsal precisan que la decisión no saldrá de ahí, sino del Presidente. En La Moneda precisan que Sebastián Piñera es de pedir distintas opciones ante distintas circunstancias, y admiten que en esto no puede haber errores de cálculo que enloden la celebrada vacunación. Allá entienden casi imposible que se levante el toque de queda, y que lo único factible es acortarlo dos horas.

Pero con índices distintos según cada región -esta semana Paris explicó por qué algunas siguen en cuarentena, pese a que llevan cuatro semanas-, una opción factible es que se relaje la restricción nocturna en unas y no en otras, sugieren en Palacio.

En Defensa asumen que no se levantará el toque de queda, aunque dicen que los militares están cansados; varios jefes de zona y efectivos operan lejos de sus hogares, los turnos no los dejan estudiar, ascender y mejorar su paga, y este año tienen varias elecciones que custodiar. En Carabineros se dicen agotados y que muchas veces no tienen cómo cobrar días libres ni feriados legales.

Pero ahí también creen que el encierro nocturno ha hecho bajar los delitos violentos. Según los datos del Sistema Táctico de Operación Policial (STOP), durante 2020 bajaron en un 23% en comparación con el año anterior. Menos gente de noche les facilita detectar casos flagrantes, agregan.

En el Ministerio del Interior, además de esto, leen -sin entrar a dos horas de más o de menos- que el toque de queda debe seguir para evitar las fiestas nocturnas, y que ven difícil que el cuadro cambie mientras no bajen los números de propagación y mientras la vacunación no alcance a una masa mayor de chilenos.

Estos dos últimos factores, recalcan en La Moneda, son los que se calibrarán el lunes o el jueves antes de decidir cualquier cosa. Los más optimistas piensan que la próxima semana se podrá bordear los tres millones de vacunados.