Joshua Wong, uno de los líderes de las protestas en Hong Kong, se refirió a la polémica que enfrenta en Chile al embajador chino, Xu Bu, con el diputado Jaime Bellolio (UDI).

Todo comenzó el pasado domingo cuando Xu Bu publicó una carta en El Mercurio en la que cuestionó duramente a Bellolio por el encuentro que sostuvo con Wong en la ciudad asiática y en la que calificó al activista de "matón social".

Durante la semana, ambas figuras siguieron confrontando sus posturas a través de los medios, lo que provocó que el gobierno saliera a pronunciarse públicamente sobre el tema.

Este lunes, Joshua Wong respondió a los cuestionamientos del embajador chino a través de una carta publicada en el mismo diario. En esta aseguró que Bu "intimidó con amenazas y engañó a los chilenos con distorsiones y mentiras deliberadas".

"Quizá porque Bu ha estado viviendo en una nación llena de medios de comunicación controlados por el Estado, un severo control sobre la información en internet, un acceso restringido a la web y una estricta censura sobre la prensa ignora por completo la cultura y noticias sociales de Hong Kong. Para cualquiera que haya estado haciendo un seguimiento de la situación de Hong Kong la descripción de Xu parece más una pieza "de hechos alternativos", expresó el activista.

En su carta, Wong apuntó también a la "violencia" ejercida por la policía. "Fue la policía de Hong Kong la que impidió que personal médico rescatara a los manifestantes y ciudadanos heridos. Policías pusieron en riesgo a los heridos e hicieron que un manifestante permaneciera desmayado por 30 minutos sin el debido tratamiento de primeros auxilios. En cambio, fueron las manifestantes quienes se abrieron como el Mar Rojo para dar paso a las ambulancias", aseguró.

El activista también sostuvo que "los políticos pro-Beijing todavía tiene el falso concepto de que algunos "líderes" están detrás de todo el movimiento, pero la realidad es totalmente lo contrario. El movimiento no tiene líderes. Indignados por la mala administración del gobierno, todos los hombres honestos optan por proteger la ciudad a cualquier costo y lugar por la próxima generación. De un modo más similar al concepto de "crowdsourcing", las personas contribuyen con sus ideas y comparten el trabajo de otros. En consecuencia, es absolutamente inútil que Xu me catalogue como el líder del movimiento".

En esta línea, agregó que "la etiqueta de separatista es otra táctica común que emplea Beijing para desacreditar cualquier petición de reformas. A través de todo el movimiento, se han expuesto las Cinco Demandas de los manifestantes en forma fuerte y clara, las que incluyen un completo retiro del proyecto de ley de extradición, una investigación independiente sobre la violencia policial, anulación de la clasificación de amotinamiento, retiro de los cargos contra los manifestantes arrestados y un verdadero sufragio universal."

"No se menciona para nada la independencia de Hong Kong. Pero el gobierno de Beijing ve nuestras Cinco Demandas de un modo hostil y califica el movimiento como un intento de derrocar a Beijing. Esas acusaciones sin fundamento no ofrecen ninguna solución a la raíz del problema de la ciudad. Eso es un vivo ejemplo de la ignorancia de Beijing sobre la demandas de los hongkoneses", comentó.

Y contnuó: "La democracia es la única salida para el actual punto muerto político. No obstante, en su narrativa nacionalista, Xu mintió a los chilenos al decir que las personas (en Hong Kong) empiezan a tener el verdadero derecho democrático después de 1997. De hecho, el Movimiento de los Paraguas en 2014 tuvo su origen en el rechazo de Beijing a un verdadero sufragio universal en Hong Kong. Una vez más, los actuales disturbios revelan la crisis de legitimidad del gobierno existente. Beijing tiene que enfrentarlo, no evitarlo".

"Después de todo, Hong Kong es un centro financiero internacional. Los inversionistas de todo el mundo buscan un sistema completamente diferente al de China. Las protecciones de los derechos humanos y libertades deberían adherir a los estándares internacionales. Esa es la única forma de mantener la confianza de la comunidad internacional en esta ciudad global. SI Beijing sigue insistiendo en que Hong Kong sea como el continente, Hong Kong es simplemente otra ciudad de China, lo que será un golpe desastroso para los intereses internacionales. Por lo tanto, la comunidad internacional debería levantar la voz y apoyar a Hong Kong en los temas de democracia, libertad y derechos humanos", culminó Wong.