Guerra rusa estaría reduciendo consumo de combustibles fósiles

“La reducción de las emisiones podría parecer sorprendente dado el popular discurso que se enfoca en la seguridad de la energía fósil, pero en realidad es bastante sencillo: los altos precios del combustible conducen a una menor demanda”, dijo Xizhou Zhou, vicepresidente de energía global y energías renovables de S&P Global Commodity Insights.


La invasión rusa a Ucrania ha acelerado las inversiones en energía limpia y ha reducido el consumo de energía a base de carbón y gas, según un nuevo informe que da un giro contrario a lo que se podría pensar sobre cómo la guerra está afectando la crisis energética global.

Si bien la demanda mundial de energía en el primer semestre de 2022 creció alrededor de 2,5% con respecto al mismo período del año anterior, las emisiones se redujeron en cerca de 1% gracias a la disminución en la generación de combustibles fósiles, indicó S&P Global Commodity Insights. El consumo de carbón de las centrales eléctricas cayó 1,2% y el gas experimentó una pequeña disminución durante el período, frente al aumento de 17% en la producción eólica y solar.

La disminución en el consumo de combustible va en contra de los intensos esfuerzos que los países han realizado para asegurar suministros después de que la invasión rusa interrumpiera los flujos comerciales de energía a nivel mundial. Esa lucha ha hecho subir los precios del carbón y el gas a niveles récord, causando una escasez de energía en países que no pueden costearla y una disminución de la demanda incluso en los más ricos que sí pueden pagarla.

“La reducción de las emisiones podría parecer sorprendente dado el popular discurso que se enfoca en la seguridad de la energía fósil, pero en realidad es bastante sencillo: los altos precios del combustible conducen a una menor demanda”, dijo Xizhou Zhou, vicepresidente de energía global y energías renovables de S&P Global Commodity Insights.

Con la inversión en nueva generación de energía ocurre lo mismo, ya que la proporción de nuevas centrales eléctricas a carbón está disminuyendo a favor de las energías renovables. En el sudeste asiático, la cancelación de varios proyectos de energía a carbón redujo su participación de capacidad en desarrollo de cerca de 27% el año pasado al 10% actual, mientras que las energías renovables han duplicado con creces su participación a un 49%, según el informe.

Sin duda, algunas áreas han experimentado aumentos en el uso de combustibles fósiles, como una mayor quema de carbón en Europa y un mayor consumo de gas en Norteamérica. Y aunque los precios de los combustibles fósiles siguen siendo altos, no es seguro que estas fuentes de energía no vayan a regresar.

En China, que consume más de la mitad del carbón del mundo, el uso se redujo durante el primer semestre del año en medio de una sólida generación de energía hidroeléctrica. Pero cuando una histórica sequía afectó los tramos superiores del río Yangtze en julio y agosto, la energía hidroeléctrica se desplomó y se produjeron cortes de energía generalizados, lo que hizo que aumentara el consumo de carbón.

No obstante, China también es el mayor inversionista en energía limpia del mundo, y la cartera de proyectos eólicos y solares se ha duplicado con creces de los cerca de 144 gigavatios en julio de 2021 a 320 gigavatios actualmente, según el informe.

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