El 12 de junio pasado fue la fecha límite para que los partidos políticos presentasen sus alianzas de cara a las elecciones de octubre. Macri sorprendió al anunciar que su candidato a vicepresidente será un peronista, Miguel Ángel Pichetto, actual senador y líder del PJ en la cámara alta. La incorporación de un peronista representa un gran cambio para la coalición de Cambiemos fundada en 2015 a partir del acuerdo establecido entre el PRO (Propuesta Republicana, partido fundado por Macri), la UCR (Unión Cívica Radical), la Coalición Cívica y otras fuerzas políticas.

Creemos que esta fórmula Macri – Pichetto es muy positiva de cara a las elecciones, dado que mejora la gobernabilidad (Pichetto ha sido uno de los líderes de la oposición) y aumenta la probabilidad del oficialismo de ganar al ser esta fórmula más apetecible para los peronistas no kirchneristas. Esta ha sido una muy buena e inesperada respuesta de Macri frente al anuncio del kirchnerismo de que su candidato a presidente sería Alberto Fernández, alguien más moderado e incluso, en su momento, crítico de CFK, siendo ésta última candidata a vicepresidente, y frente al acercamiento de Massa con el kirchnerismo (el Frente Renovador de Massa se sumó al kirchnerismo y Massa se presentará encabezando la lista de diputados por la Provincia de Buenos Aires de esta alianza).

Asimismo, con esto la opción de un peronismo moderado unificado como tercera alternativa se despedaza, con lo que Roberto Lavagna queda como candidato a presidente prácticamente solo dentro de este espacio con su partido Consenso 19, junto a Juan Manuel Urtubey, actual gobernador de Salta, con quien se alió para que sea su candidato a vicepresidente. Todo lo anterior ha polarizado aún más la situación electoral, aumentando la probabilidad de que gane el oficialismo en nuestra opinión.

Frente a esto, y aunado al incremento en el apetito por riesgo a nivel global, los activos financieros argentinos han reaccionado muy positivamente en las últimas semanas. Así, en lo que va de junio el índice accionario líder, S&P MERVAL, subió 17% en pesos argentinos (22% en USD), la renta fija soberana en USD con vencimientos posteriores a 2021 subió entre 7% y 10,5% en USD, las tasas locales en pesos se comprimieron fuertemente (la tasa de referencia cayó 5 p.p. mientras que las letras del Tesoro en pesos con vencimiento el próximo año, es decir, en la próxima administración cayeron 13 p.p.), y el peso argentino se apreció un 3%.

Hacia adelante, y en la medida que continúe el apetito global por riesgo, el buen desempeño de los activos argentinos debiese continuar por lo menos hasta las primarias (PASO) que tendrán lugar el 11 de agosto próximo. Las primarias son un punto de inflexión a partir del cual se podría exacerbar el desempeño positivo —es nuestra visión— o gatillarse una fuerte caída. Esto se debe a que de no existir cambios en las candidaturas (este 22 de junio vence el plazo para la presentación de las listas de candidatos), cada una de las tres principales coaliciones presentará una sola fórmula de candidatos a presidente y vicepresidente y, dado que es obligatorio votar en las primarias y que sólo se puede elegir a un candidato para cada cargo público a cubrir, las PASO terminan convirtiéndose en un anticipo de las elecciones.