El pesimismo económico contagia a los grandes ejecutivos del mundo

davos2019

Solo un tercio de los encuestados cree que sus ingresos crecerán este año.


Hoy arranca el Foro Mundial de Davos en un escenario económico más pesimista que el de doce meses antes. Esa es al menos la principal conclusión que se puede extraer de la encuesta que la consultora PwC ha realizado a 1.378 consejeros delegados de grandes compañías.

En línea con las peores previsiones macroeconómicas expresadas por el FMI, los vaticinios de los directivos son bastante pesimistas. Si en 2018, solo el 5% consideraba que el crecimiento podía ser inferior al el ejercicio anterior, este porcentaje crece en esta edición hasta el 29%, una cifra inédita desde 2012. Un peor desempeño económico que tiene un reflejo directo sobre la evolución de las ventas de las compañías a corto y medio plazo. Los directivos que han respondido a la encuesta de PwC lo tienen claro: apenas un 35% se muestra confiado en que sus ventas vayan a mejorar en los próximos doce meses (el porcentaje más bajo desde 2009) y solo el 36% cree que lo harán en un horizonte a tres años vista.

Y en ese incremento del riesgo ha tenido un peso determinante la inestabilidad política y la irrupción del proteccionismo, del populismo y de la guerra comercial. La sobrerregulación y la inestabilidad política son los mayores obstáculos para las empresas, con un 35% de las respuestas, seguidos por la falta de personal cualificado (34%), la guerra comercial (31%) y la ciberseguridad (30%). La incertidumbre política no aparecía la pasada edición entre las principales preocupaciones de los directivos y este año irrumpe en segundo lugar, mientras que el proteccionismo escala a la séptima posición, cuando tampoco aparecía el pasado año.

La imposición de aranceles, la irrupción del populismo o la debilidad económica de algunos emergentes ha hecho que las multinacionales hayan redefinido su estrategia de expansión. Excepto Australia, el resto de grandes economías mundiales han visto recortados los planes de expansión que las empresas habían previsto en sus países. El más afectado es EE UU, donde un 46% de los encuestados auguraba en 2018 que invertiría allí, mientras que este año el porcentaje se reduce al 27%. De igual manera sucede con China (del 33% al 24%), en Alemania (del 20% al 13%) y en Reino Unido (del 15% al 8%).

En el ajuste de las previsiones de crecimiento empresarial en EE UU ha tenido un peso definitivo el repliegue de las inversiones chinas. Si en 2018, el 59% de los empresarios asiáticos lo consideraba como el principal destino económico, ese porcentaje se desploma al 17% este año y Australia aparece como el enclave más interesante, con un 21% de las respuestas. En este contexto de incertidumbre internacional, las empresas optarán por el crecimiento orgánico, con un 71% de las respuestas para esquivar los efectos adversos del nuevo contexto político.

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