La reacción empresarial tras la caída de la reforma tributaria: “era un mal proyecto” y “no es lo que el país necesita”

08 de Marzo/VALPARAISO Mario Marcel en conferencia de prensa , durante la sesión de la camara de diputado que trata la reforma tributaria . FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/AGENCIAUNO

Los grandes gremios llamaron a buscar grandes consensos y promover reformas que no dañen la inversión y el crecimiento. "Habría que revisar cuánto se necesita recaudar, a qué se destinarán los recursos y qué otras fuentes de recaudación se pueden explorar", dijo el líder de la CPC. “Chile requiere una reforma tributaria de largo plazo", agregó el presidente de la Sofofa. El dirigente de la Conapyme, Juan Araya, partidario de la reforma, lamentó lo sucedido.


Tranquilidad en el sector empresarial. Tras el duro revés que sufrió el proyecto de reforma tributaria en la Cámara de Diputadas y Diputados este miércoles, la mayoría de los gremios privados celebraron sin euforia la caída del proyecto y llamaron a buscar consensos en las grandes reformas.

El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Ricardo Mewes, valoró que la iniciativa no avanzara, ya que a su juicio “no es lo que el país necesita”. Según el líder de los grandes empresarios, se requiere revisar objetivos de recaudación, así como el destino de los mayores recursos y la eliminación de gasto fiscal “ineficiente”.

Entendemos el objetivo de recaudar más recursos para cubrir necesidades sociales, pero eso no se puede hacer a costa de gravar el ahorro y la inversión, perjudicando el crecimiento y la generación de empleos. También habría que revisar cuánto se necesita recaudar, a qué se destinarán los recursos y qué otras fuentes de recaudación se pueden explorar, entre ellas la eliminación de programas sociales ineficientes, combatir la informalidad y la elusión”, dijo Mewes.

Por su parte, Richard von Appen, presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), manifestó que “Chile requiere una reforma tributaria de largo plazo, que fortalezca el ahorro, la inversión y con ello el crecimiento económico, pilar esencial para construir un país de oportunidades, junto con aumentar la recaudación fiscal fortaleciendo los derechos sociales, de manera que nadie se quede atrás”.

El líder de los industriales agregó que el país necesita “grandes consensos, estables y de largo plazo, en todo orden de cosas, incluida la reforma tributaria”. “Esperamos que como sociedad y a través de las instituciones, acordemos un proyecto tributario sostenible, que entregue certidumbre y confianza para inversionistas y la ciudadanía”, concluyó von Appen.

En la misma línea se situó el secretario general y director de Asech, Juan José Besa, manifestó que “el rechazo al proyecto de reforma tributaria es una buena noticia para los emprendedores y para Chile porque era un mal proyecto, dañino en muchos aspectos para la inversión y el crecimiento. La señal clara que hay aquí es que hay que trabajar más en buscar acuerdos para arribar a una buena reforma, que otorgue tranquilidad y certeza para los próximos años”.

En tanto, desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Cristián Allendes sostuvo que más allá de las diferentes posiciones de los parlamentarios, “en esta votación primó el convencimiento transversal de que Chile necesita una reforma tributaria que promueva la inversión, el crecimiento y el desarrollo del país y su gente”.

Allendes agregó que los acuerdos políticos en temas como este “son clave para realizar los cambios adecuados”, por lo cual desde el gremio esperan que el resultado de este miércoles sea visto “como una oportunidad para perfeccionar la propuesta del gobierno”.

“Con un escenario económico desafiante, debido a años de decrecimiento y una eventual recesión, esperamos que en el proyecto de reforma tributaria que se trabaje en el Congreso prevalezca la responsabilidad fiscal, el buen uso de los recursos y una correcta implementación”, concluyó el líder de la SNA.

A su turno, el presidente de la Multigremial nacional de Emprendedores, Juan Pablo Swett valoró el rechazo a la idea de legislar, asegurando que “siempre dijimos que habían 22 puntos que eran muy perjudiciales para el mundo del emprendimiento y las pymes”, los que, a su juicio, “el ministro Marcel no quiso reconocer ni arreglar en el proyecto”.

“Esperamos que en el futuro se pueda discutir, haya más diálogo para tener una reforma tributaria que necesita el país, pero sin afectar a las pymes”, subrayó Swett.

También se refirió al rechazo de la idea de legislar Juan Armando Vicuña, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Vicuña sostuvo que el proyecto, a juicio del gremio, partía de un supuesto equivocado “como es que los recursos para mejorar la calidad de vida de las personas pueden obtenerse a partir de una reforma tributaria enfocada en gravar el ahorro y la inversión”.

En ese sentido, Vicuña aseguró que, bajo el punto de vista de la Cámara, el camino tendría que haber ido por “facilitar el desarrollo de las inversiones en curso y atraer nuevas inversiones, además de elevar la eficiencia del gasto público y aumentar la formalidad”.

“Como gremio nos sentimos parte del desafío de crear las condiciones para alcanzar estos objetivos. Por lo mismo, esperamos que se generen espacios donde construir grandes consensos, que ayuden a eliminar incertidumbres y construir un mejor país”, concluyó Vicuña.

En tanto, desde la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), el presidente del gremio, Dante Arrigoni, señaló que “desde el comienzo observamos que esta no era una buena reforma tributaria, porque no incentivaba el ahorro, la inversión y la generación de empleo, que es justamente lo que hoy necesita Chile”.

El dirigente gremial sostuvo que la decisión de la Cámara podría ser la ocasión de buscar acuerdos más amplios en materia tributaria. “Como gremio esperamos sinceramente que las autoridades de gobierno tomen este resultado como una oportunidad para llegar a consensos más amplios antes de enviar los proyectos al Congreso”, y agregó que este episodio debe servir como ejemplo para futuras iniciativas que deben ser votadas, como la reforma previsional y la ley de 40 horas.

Desde el mundo minero, en tanto, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Jorge Riesco estimó que el rechazo a la iniciativa en la Cámara “es la respuesta a un proyecto que implica importantes riesgos para el desarrollo empresarial, especialmente las pymes, en tiempos en que el país requiere retomar el crecimiento y crear más empleo”.

Riesco agregó: “En ese sentido, creemos necesario que las discusiones en torno a la carga tributaria pongan como prioridad el crecimiento, para lo cual se requiere certeza jurídica, una carga tributaria adecuada y condiciones que permitan la atracción de inversiones”.

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El titular de Sonami cerró haciendo un llamado desde la minería a conciliar el crecimiento con un marco jurídico y tributario que permita poner en marcha la importante cartera de proyectos “y no ponga en riesgo la competitividad frente a otros países mineros”.

“Junto con una carga tributaria adecuada, se requiere abordar seriamente la burocracia en la obtención de permisos y otorgar garantías de que la institucionalidad opere con criterios técnicos y no quede al arbitrio de los intereses y ciclos políticos”, agregó Riesco.

La voz disidente

Por su parte, el histórico dirigente de la Conapyme, Juan Araya, lamentó lo sucedido, apuntando que “ahora no se sabe de dónde van a sacar plata para los otros proyectos” del Ejecutivo, como el proyecto que reforma el sistema previsional. A su juicio, el rechazo a la idea de legislar es reflejo de que “no hay conversación” entre las bancadas que conforman en Congreso, donde “cada uno se da un gustito y ahora vendrán las consecuencias”.

El vicepresidente de la agrupación afirmó, a título personal, que, pese a que “se dialogó mucho con el gobierno”, la decisión de los parlamentarios responde a que “son gallitos políticos, ya que se podría haber presentado cualquier proyecto y se los iban a rechazar porque solo buscan hacer un gallito”.

En su visión, “es lógico” que se siga discutiendo una reforma al sistema tributario por la necesidad de más recursos “para favorecer a los más necesitados, a los más pobres”.

Araya incluso afirmó que el proyecto rechazado no afectaba a las pymes. “No los tocaba esta cuestión. De las 40 mil empresas que hay, 30 mil son microempresarios, pyme. Nosotros no tenemos por qué estar en el mismo juego de las grandes empresas”, dijo el dirigente, y calificó como “ignorancia” las críticas de la oposición a la iniciativa por sus efectos en las pequeñas y medianas empresas.

Esta reforma tributaria era para que los que tengan, más pagaran más. Ahora los chicos pagamos más. Una persona que gana el sueldo mínimo paga el 19% todos los días con el IVA, el sueldo se reduce de inmediato con eso”, remarcó.

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