La medida anunciada por el gobierno que impulsa la venta de medicamentos en supermercados es más bien de carácter pirotécnico, porque los medicamentos de los cuales hablamos, cuando nos referimos a posible venta en el supermercado, son medicamentos que ya son sumamente baratos. No son los medicamentos crónicos o que las personas usan en sus enfermedades de largo aliento.

Una medida así será realmente marginal para el bolsillo de las personas y tampoco va a reactivar la economía, aunque esa es una opinión que podrían dar mejor los economistas. Yo me quedo con la parte de salud y en términos de precio los medicamentos no van a bajar y estamos exponiendo a la población a un riesgo mayor.

Un estudio nuestro, con datos en Chile, dado a conocer este año, ya demostró  que más de 100 mil personas al año son dañadas por el mal uso de los medicamentos y esta medida sólo pone en mayor riesgo a la población.

La Ley de Fármacos solamente tiene énfasis en los temas de precio, lo que más quieren es liberalizar la venta de medicamentos, pero en ninguna parte hay política de salud, no estamos hablando de salud, estamos hablando de negocio.

Cuándo vamos a dejar de legislar para perfeccionar o regular un negocio? y ¿cuándo vamos a empezar a legislar para la salud de los chilenos?

En ninguna parte hay política de salud, no estamos hablando de salud, estamos hablando de negocio y eso es preocupante cuando hablamos de medicamentos, porque los medicamentos son la herramienta más utilizada para recuperar la salud de las personas.

Nuestro estudio arrojó como resultado que cada año, cerca de 11 mil personas son hospitalizadas en el país producto del uso continuo de fármacos, la automedicación o una extensa duración de tratamientos prescritos por médicos. De estas, alrededor de 100 mueren por el daño generado por los medicamentos.

El sistema de salud invierte en construir hospitales, contratar médicos, pero dentro del proceso de atención, una vez que se le entrega los medicamentos a la persona, está absolutamente solo para llevar el tratamiento con éxito.

De acuerdo al estudio, se trata de una tendencia que va en alza y que afecta mayormente a los lactantes, preescolares, adolescentes y ancianos.
En concreto, las hospitalizaciones en el sistema público por este tipo de casos han mostrado un considerable aumento en siete años, pasando de 64.807 en el 2010 a 89.581 en el año 2017. La mayor parte de los casos se debe a envenenamiento por medicamentos (28%). A la vez, se suma la dependencia de algunas personas de diversos fármacos para tratar enfermedades crónicas (9,63%) y el envenenamiento por benzodiazepinas (5,97%).

Doctor en Farmacovigilancia de U. de Valparaíso