Cuando la fiscal Patricia Cerda le preguntó el 3 de diciembre a la exministra de Justicia Javiera Blanco si recibió asignaciones de gastos reservados en el cargo público que ostentó entre 2006 y 2010, ella respondió con una negativa tajante: "No. Estoy segura que no procedían gastos reservados a la Subsecretaría de Carabineros".

Blanco llegó esa jornada a la Fiscalía Centro Norte para declarar como testigo en la arista que se desprendió de la investigación por el millonario fraude en Carabineros y que se relaciona con el uso irregular de gastos reservados. Ahí afirmó que llevaba dos meses sin trabajo -tras su salida del CDE-, descartó haber recibido parte de ese dinero y aseguró no saber si alguien más de esa repartición lo había hecho.

Justo después de eso, la fiscal le enrostró seis testimonios que la vinculan al uso irregular de esos fondos. Entre ellos, el del oficial (r) Ángelo Estay, por entonces jefe de Finanzas de la Subsecretaría. Él declaró en julio de 2017 que el jefe de gabinete de Blanco, Enrico Morelli, recibía mensualmente un llamado del Departamento IV de Carabineros para luego pedirle al suboficial Luis Tamayo que vaya a buscar un sobre clasificado como secreto, al que se refería como "los reservados". Nunca vio que esos sobres llegaran a manos de Blanco, pero concluye que eran para ella.

Hugo Martínez, de Contabilidad, declaró lo mismo. Y el mismo Tamayo lo reconoció: que le entregaba esos sobres a Estay y que éste después lo pasaba a la subsecretaria.

Morelli también dijo que era Estay quien le traspasaba los sobres con dinero en efectivo a Blanco, y la coronel (r) Lily Fuentes relató incluso que la subsecretaria financió algunas cenas protocolares con gastos reservados. Algo muy similar dijo el coronel (r) Marcelo Zúñiga.

Enfrentada a todas esas declaraciones y a una planilla de distribución de gastos reservados con su nombre, Blanco dijo desconocerla nómina y que todo era falso. Al terminar, accedió a abrir sus cuentas para facilitar la investigación.