En medio de la crisis que vive el país, la Universidad Católica realizó este jueves la conferencia "Derechos Humanos y orden social: dimensiones filosóficas, prácticas y de política pública", que contó con la participación de Mathias Risse, académico estadounidense experto en la materia y director del Carr Center for Human Rights Policy, de la Universidad de Harvard.

En esta entrevista, Risse analiza el estallido chileno, que desde fuera es visto como una protesta contra un sistema ilegítimo, y recomienda incentivar la participación de jóvenes y buscar líderes adaptativos para salir adelante.

¿Cómo se explican, a su juicio, las protestas en Chile?

Para que haya legitimidad en la sociedad se tienen que dar ciertas condiciones, como que el Gobierno haya sido escogido en un proceso democrático y representativo, que lo que haga la autoridad sea en beneficio del bien común, y que respete los Derechos Humanos para todos los integrantes de la comunidad. Pero también es importante que no haya diferencias en el nivel de esos derechos entre grupos de la población. Por ejemplo, que la gente tenga juicios justos e independientes de sus medios económicos. De lo contrario, puede que algunos tengan justicia y otros no, y eso violenta la igualdad de los derechos en la población.

¿En Chile existen esas diferencias de acceso?

Muchas de demandas de la gente en Chile que son sobre la igualdad de Derechos Humanos. La gente está reclamando por el acceso a la educación, al sistema de pensiones, a la salud, que están mal distribuidos. Mucha de la rabia contra el Gobierno es reflejo de eso y de la desigualdad económica en Chile.

¿Qué tipo de protesta ve en Chile?

Generalmente la literatura distingue dos tipos de protestas: las que son contra ciertas políticas y las que son por temas de legitimidad. Las primeras son por el malestar contra proyectos de los gobiernos, pero las segundas no son por algo concreto, sino que son por la desigualdad en el acceso a servicios. La mayoría de las protestas de larga duración tienen elementos como la falta de legitimidad y justicia, pero la sociedad chilena debe determinar a qué tipo de protesta corresponde este estallido.

Los ciudadanos tienen que determinar qué tipo de protesta es esta, si es una protesta contra una política o contra un sistema ilegítimo, dependiendo de eso, hay que buscar la solución. Pero mirado desde afuera, esta parece una protesta por temas de legitimidad. Si ese fuera el caso, los manifestantes y el Gobierno tienen que poner de su parte para resolverlo, y el Gobierno tiene que investigar las causas y proponer cambios.

¿Qué opina de la violencia en las protestas?

Las manifestaciones pueden tener o no algún grado de violencia. No puedo dar un juicio sobre cuánto de los desórdenes son legítimos, pero las investigaciones sobre protestas muestran que la no violencia tiene más probabilidad de éxito que la violencia como método para alcanzar los cambios. Aun en los casos en que aparentemente la violencia logra cambios, normalmente no es así, es producto de que la movilización masiva y pacifica que acompaña a la violencia, hace que los gobiernos hagan concesiones.

Para que los cambios se produzcan, es importante que haya un proceso de deliberación en la sociedad, que haya una agenda en común, con acuerdos, y que haya educación cívica para que los jóvenes participen en la política. Esta es una gran oportunidad para revisar estos temas.

En Chile están todas las instituciones cuestionadas y hoy no hay líderes. ¿Cree que el orden está en peligro? ¿Quién debe encabezar un proceso de unidad?

En las instituciones, aunque tengan baja aprobación, siempre habrá personas bien intencionadas y comprometidas que podrán liderar por sí mismas los procesos de cambio. Hay que buscar a esos líderes y que las reformas involucren a todas las instituciones, para acordar una agenda en común y dar respuestas a las demandas. Y la gente joven debe tener una gran participación en esto, porque son el futuro y son quienes mayoritariamente apoyan las protestas.

¿Cuál es la línea que define si un acto es una violación a los derechos humanos?

Los reportes de organismos internacionales se han focalizado en las violaciones de Derechos Humanos cometidos por la policía, y la policía dice que ellos también son víctimas de la violencia. Se podría pedir la ayuda de una comisión internacional de expertos para que revise los casos, pero lo más importante es ver cómo implementar los cambios que se necesitan. Y ahí es cuando digo que los jóvenes deben tener un rol importante. Cuando hay gente que se opone a los cambios, hay que buscar líderes adaptativos, que sean capaces de entender que el escenario cambió y que deben adaptarse para encabezar estos procesos.

Usted dará una charla en Carabineros sobre Derechos Humanos, ¿qué les dirá sobre esta materia?

Voy a contar la historia de los movimientos de Derechos Humanos en el mundo, donde ha habido participación de chilenos, por ejemplo, en la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. También hay que decir que, sin las policías, no hay resguardo a los Derechos Humanos. Tienen que cuidar el orden público, pero también resguardar los derechos de quienes se manifiestan.

La falta de acceso a la salud y a pensiones dignas, ¿son violaciones a los Derechos Humanos?

El sistema de pensiones en sí no es una violación a los Derechos Humanos. Pero sí constituye una violación el que haya muchas diferencias entre las pensiones de sectores de la población. No se trata de buscar una sociedad igualitaria, pero cuando hay mucha diferencia en el acceso a la educación, salud o pensiones, puede haber distintos accesos a esos derechos. Por ejemplo, en educación, si un grupo de la población tiene acceso a colegios de buena calidad y otro no, esa disparidad puede ser una violación a los derechos sociales o Derechos Humanos.

¿Cómo cambian los Derechos Humanos con el avance de la tecnología?

Hay muchas conexiones entre tecnología y Derechos Humanos. La Declaración Universal de 1948 se hizo en economía análoga; hoy vivimos en una economía digital y ha cambiado la forma en que se aplican muchos de sus temas. Por ejemplo, en Estados Unidos un tema bien discutido en las cortes de justicia es el efecto que tienen las pruebas cuando son digitales, y la certificación que tengan, porque pueden ser falsificadas.