Robo, droga y hasta un homicidio: los delitos de chilenos en el exterior

El atlas del hampa siempre muta. "Narcos", "choros" y "domésticos" son alguno de los personajes que convivieron durante décadas en el mundo delictual chileno. Pero la globalización añadió a un nuevo integrante, quien pese a ser resistido en un principio por sus "pares", logró su espacio. El denominado "lanza internacional" impuso su presencia a fuerza de ropa europea, zapatillas exclusivas y dinero. En la jerga callejera significa andar 'tapizao'.

El "Richard" era uno de ellos. Vivió por años entre Europa y la comuna de Maipú. Seis meses en el Viejo Continente le bastaban para hacer la diferencia en Chile, siempre y cuando no fuera arrestado y se quedara en alguna cárcel europea. Tenía una oreja que lucía con una mitad menos. El mito en el sector de La Farfana era que se la habían cortado en uno de los países donde lo habían atrapado delinquiendo. El Richard era conocido por sus historias de joyas y marcas de ropa, mientras exhibía en su casa una mesa de pool, televisores de última tecnología, drogas y alcohol a comienzos de 2000.

Sin embargo, con el tiempo llegó su retiro y el de toda una generación de "carteristas". La posta la asumieron delincuentes más jóvenes y violentos.

Los prontuarios y perfiles cambiaron. Del típico robo con sorpresa se pasó a atacar casas, locales comerciales y cajeros automáticos. Aunque también se sumaron otras variantes, como el tráfico de drogas y hasta el homicidio.

Según cifras de Interpol, entre enero y junio de 2018 se han registrado 86 detenciones de chilenos en el exterior. De ellos, 29 también poseen antecedentes en Chile, siempre ligados al mismo tipo de ilícitos (ver infografía).

"Hoy ya no es el lanza internacional de antes, aquel que sacaba una billetera sin que el propietario se diera cuenta. El delincuente internacional de hoy es más avezado, violento e incluso capaz de enfrentar a la policía. Usa armas y los delitos apuntan contra la propiedad", destacó el subprefecto Ricardo Quiroz, jefe de Interpol Chile de la PDI.

Este ladrón no solo se ha destacado por los niveles de violencia que emplea. Las variantes delictuales conocidas en nuestro país también les han servido para innovar en otros territorios. Tal es el caso de una banda chilena detenida en Montevideo, Uruguay, en enero de 2018. Introducían gas con una manguera al dispensador de dinero de los cajeros automáticos, luego mediante cables y una batería generaban la chispa necesaria para la detonación. El grupo logró robar al menos 20 máquinas mediante una técnica desconocida hasta ese momento por los policías charrúas.

El grupo de chilenos, asociados para el caso con argentinos y uruguayos, provocó graves perjuicios a las empresas financieras del país y, según consta en los medios de comunicación locales, gran inseguridad en las personas.

Informada Interpol sobre estos hechos, aquí en Chile se logró acreditar que los integrantes poseían hasta ocho órdenes de detención. Pero un punto era determinante: coincidían en su origen. Todos eran de la Región de Valparaíso, y también eran compañeros de robos en territorio nacional.

Quiroz explica que en muchos casos hay una tradición familiar por delinquir en el extranjero. "A veces hay relación sanguínea, sea directa o un poco más lejana, como entre primos. También los padres, que en el pasado fueron lanzas internacionales, influyen en que ahora lo hagan sus hijos", añadió.

La residencia permanente no es común entre estos delincuentes. Un tiempo determinado en algún lugar y se mudan, con tal de borrar rastros. También emigran cuando observan un endurecimiento de las policías.

"Hemos detectado que estas bandas tienen una característica itinerante. No se quedan radicados necesariamente en un país. Y eso lo sacamos como conclusión ante lo ocurrido este año en Suecia, donde se incrementó absolutamente el delito en comparación con 2017", aseveró el jefe de Interpol Chile.

Para David Rozowski, director ejecutivo de la Fundación Ciudadano Seguro, los delincuentes también han perfeccionado las formas de evitar los controles. "Antes estos delincuentes actuaban más en solitario, hoy vemos a bandas organizadas que se distribuyen geográficamente", indicó.