Vivaldi y Aceituno miden fuerzas en la U. de Chile

Sin-título-1

Los candidatos a rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi y Patricio Aceituno se enfrentan este jueves en las elecciones del plantel estatal, en una elección que se da en medio de las tomas feministas.


Actualmente hay una toma en la facultad de Derecho por un caso puntual de acoso sexual. Sin embargo, las alumnas también hablan de situaciones reiteradas de abusos al interior del plantel, tanto entre estudiantes como de académicos a estudiantes. ¿Cómo se abordarán estos temas?

Aceituno: "En primer lugar, es importante reconocer que el acoso sexual es una realidad que emerge en la sociedad, de manera transversal a las instituciones. La Universidad de Chile no está ajena a esta realidad y, como institución, debemos hacernos cargo con decisión de estas situaciones y tomar todas las medidas necesarias para prevenir y castigar a quienes las cometan. La seriedad y gravedad de estos delitos exige que mantengamos una actitud muy firme contra el acoso sexual que permitan proteger a toda la comunidad universitaria".

Vivaldi: "Durante esta gestión lo que hicimos fue afrontar una realidad que antes se escondía bajo la alfombra. Es un problema transversal en la sociedad y la Universidad de Chile decidió hacerse cargo. Creamos una Dirección de Igualdad de Género dependiente de rectoría. El año 2016 constituimos una Mesa de Trabajo integrada por autoridades universitarias, la Fech y su secretaría de género y distintas senadoras universitarias para tratar el tema, además de impulsar una Política de Prevención. La Rectoría ha manifestado su solidaridad y apoyo a las víctimas y se han impulsado varias medidas inéditas para enfrentar y erradicar la violencia de género.

¿Es suficiente la actual reglamentación que hay en la universidad o amerita modificaciones? ¿Qué cambios le haría?

Aceituno: "Actualmente, la Universidad de Chile tiene un protocolo contra el acoso que debemos profundizar con procedimientos y legislaciones que incorporen la perspectiva de género y que permitan socializar estos reglamentos adaptados a las realidades locales de cada unidad académica, para que sirvan de manera concreta a estudiantes, funcionarios y académicos. Creo que debemos revisar estos procedimientos, acortando por ejemplo los tiempos de respuesta y acelerando los procesos para proteger a las víctimas. En los casos en que se establezca el delito, creo que debemos explorar la posibilidad de acompañar a las víctimas en el proceso judicial posterior. Además, en mi propuesta, voy un paso más allá, insistiendo que deben haber políticas de inclusión y no discriminación no sólo hacia las mujeres, sino también hacia personas con capacidades diferentes, comunidades LGTBI, inmigrantes, pueblos indígenas, y toda minoría que está expuesta a situaciones de discriminación".

Vivaldi: "El Protocolo de Actuación ante Denuncias sobre Acoso Sexual, Acoso Laboral y Discriminación Arbitraria fue fruto de los esfuerzos de un grupo importante de académicas y estudiantes que empujaron el debate. Además del Protocolo, impulsado y aprobado en esta rectoría, se creó un Grupo de Trabajo que estudia cambios al Reglamento de Jurisdicción Disciplinaria de los Estudiantes para los casos entre pares. Los procedimientos de sumario en la Universidad de Chile están regulados por ley y pese al paso inédito que representa el Protocolo, es perfectible. Queremos seguir avanzando en herramientas adecuadas para tratar el carácter específico de este tipo de violencia y es por eso que al momento de la Ley de Universidades Estatales, con lo que logramos incorporar una indicación que mejora sustantivamente el procedimiento vinculado al Estatuto Administrativo y sus sumarios al equilibrar los derechos de las víctimas y los inculpados para evitar nuevas arbitrariedades, la que entrará en vigencia junto con la ley y también incluimos indicaciones en el proyecto de ley de violencia integral para incluir el acoso sexual en ámbitos educativos.

Dado que el acoso sexual tiene bases culturales lo estamos abordando no sólo con medidas normativas sino con una política universitaria que incluye acciones de prevención, de formación y una oficina de atención a las víctimas".

¿Cómo se podría lograr equidad de género al interior del plantel a nivel de comunidad? Considerando desde el cuerpo académico hasta la rectoría.

Aceituno: "La equidad de género debe ser una prioridad para la Universidad de Chile, como lo debe ser para toda la sociedad. La discriminación hacia las mujeres toca temas muy profundos, que van más allá de la brecha salarial entre hombres y mujeres por la misma función y la diferencia de oportunidades de desarrollo. Y, también, es un problema que más allá de nuestro plantel. La Universidad de Chile debe trabajar firmemente, de manera abierta y activa con toda su comunidad, para lograr una mejor comprensión del problema y, a partir de ello, proponer e implementar acciones concretas a través de políticas institucionales, que nos ayuden a corregir los sesgos que como institución y como sociedad, no le otorgan a la mujer las mismas oportunidades ni espacios que a los hombres. Asimismo, debe ser un agente de cambio de este flagelo en la sociedad".

Vivaldi: "Durante los últimos cuatro años dimos grandes pasos y apostamos a consolidarlos. Hoy más de la mitad de los cargos directivos son ocupados por mujeres. Se pueden generar normas para la equidad pero también hay que crear las condiciones y consenso para ésta, porque también es un tema cultural. Así fue que iniciamos la Política de Corresponsabilidad, inaugurando el primero de una serie de cuatro jardines infantiles para la comunidad, poniendo las condiciones concretas para que la crianza sea apoyada en un sentido integral. Además, el 8 de Marzo pasado anunciamos oficialmente el decreto que establece la paridad salarial, lo que ya está financiado. Otro eje fundamental de nuestro proyecto universitario para los próximos cuatro años es crear una Dirección de Desarrollo Académico, para que la Universidad de Chile acompañe, guíe y entregue las herramientas a sus profesores y profesoras para llegar a ser titulares. Eso es especialmente importante para las académicas, ya que si la carrera académica es difícil en general, ellas están en proporción de 5 a 1 y enfrentan obstáculos y sesgos distintos".

¿Cómo evalúa el impacto de la gratuidad en la universidad?

Aceituno: "Si bien estoy a favor de la gratuidad, pienso que aún es difícil evaluar las consecuencias de la gratuidad debido a las inmensas diferencias y desigualdades que existen entre las unidades académicas y cómo éstas se ven condicionadas por el arancel de referencia cuya fijación se encuentra pendiente. Por otra parte, parece inverosímil y absurdo que la política de gratuidad a las IP y CFT privados no se extiende a sus símiles en el sistema estatal"

Vivaldi: "Antes de la gratuidad, la Universidad de Chile ya contaba con programas significativos de cobertura de aranceles para estudiantes de menores ingresos, para nosotros la calidad es inseparable de la inclusión. Si se hace el ejercicio de mirar la composición del estudiantado de la Universidad de Chile se puede ver que, pese a que todo el sistema está diseñado para evitarlo, en nuestros estudiantes se mantiene la diversidad de orígenes. Eso se ha logrado con un gran esfuerzo a través de los diferentes programas de acceso especial que tiene la universidad, porque entendemos que la diversidad es la que nos permite alcanzar la excelencia. En cuanto a financiamiento, la Universidad tiene distintas fuentes de ingreso y si no hubiera gratuidad los ingresos por aranceles de pregrado serían muy similares a los que recibimos con gratuidad".

​¿Cómo cree que se debiera abordar a nivel nacional el endeudamiento estudiantil? ¿Cree que debería condonarse la deuda del CAE? ​

Aceituno: "Me parece a mi que el CAE es una realidad que crea mucho ruido. Ahí hay una contradicción de país enorme ¿Por qué a uno le doy un derecho y no a otro, sólo porque nació algunos años después? Desde mi perspectiva hay que actuar tratando de minimizar las desigualdades que se produjeron a partir de esta política, porque finalmente los estudiantes con CAE o con gratuidad están accediendo al mismo beneficio, que es estudiar en la educación superior. Así, creo que como país debemos explorar una política que facilite a nuestros jóvenes el acceso a la educación superior sin discriminación económica y sin que estudiar les signifique hipotecar sus posibilidades de una vida digna".

Vivaldi: "En nuestro país tenemos distintas miradas sobre cómo funciona la educación, desde posiciones e ideas diversas, pero hay algo que es factual. El hecho es que hay generaciones de jóvenes, el futuro del país, que están tremendamente endeudados por estudiar carreras que no han mejorado sus condiciones de vida. Ya hemos dicho que el estado no puede eludir su responsabilidad moral con el CAE".

​¿Cree que debería seguir la Universidad de Chile a cargo de la prueba para el nuevo sistema de acceso a la Educación Superior? ¿Cómo debería ser esta prueba?

Aceituno: "La Universidad de Chile, como principal universidad del Estado, está preparada para abordar los desafíos de actualización que requieren los tests de ingreso al sistema de educación superior; y no hay otra institución en el sistema que pueda garantizar esa neutralidad, pues nosotros somos el Estado. Sin embargo, la PSU, cómo prueba de admisión, refleja la desigualdad en la calidad del sistema educacional que se ha ido acumulando de forma dañina en las últimas décadas. Es un espejo de nuestra responsabilidad como país ante el abandono de la educación pública. Cualquier cambio posible, debe contemplar que nos llevará a lo menos dos décadas nivelar la cancha para que realmente todos los jóvenes que lleguen al momento de dar el test, lo hagan en igualdad de condiciones".

Vivaldi: "Por supuesto. El DEMRE es la institución con más experiencia en el país en este ámbito. No sólo aplicamos la prueba. La Universidad convoca a profesores y expertos disciplinares quienes construyen la prueba, movilizamos a la comunidad vinculada al área, generando un saber hacer en torno al tema. La nueva prueba debería aprovechar esta experiencia. Sobre la nueva prueba, hoy las necesidades son mayores porque la población es más diversa que cuando se creó la PSU. Hay que asegurar que las pruebas que se diseñen se hagan de forma tal que aseguren que todas las personas que la rindan hayan tenido la oportunidad de aprender y desarrollar lo que se evalúa. Eso es lo fundamental, que sea una prueba equitativa. También debe acoger las discusiones y críticas avanzadas durante estos años".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.