Camilo Cid Pedraza: "Los intereses que deben estar sobre la mesa no son los de las isapres, sino los de la gente"

El economista plantea que es vital el tratamiento del 7% de la cotización y que éste debe solidarizarse entre los afiliados, replicando criterios de seguridad social.




El 14 de abril pasado se cumplieron dos años de la constitución de la comisión asesora convocada por el Ejecutivo para redactar una propuesta de reforma a las isapres. En octubre de ese año el gobierno recibió el informe con la propuesta pero, a la fecha, el proyecto no ha sido enviado al Congreso, entorpecido por debates financieros, ideológicos y desacuerdos en torno a la magnitud de los cambios requeridos y aspectos sustanciales como el precio del plan, los efectos en Fonasa y el destino de la declaración de salud. Camilo Cid, ex secretario ejecutivo de la instancia y actual asesor principal de Economía de la Salud para la región en la OPS, entrega su visión sobre el proceso.

A dos años de la comisión, el proyecto no está listo. ¿Qué le parece?

Posiblemente el tiempo transcurrido es mucho, porque hubo un trabajo de la comisión muy detallado, que se siguió desarrollando al interior del gobierno. Se han generado discusiones y precisiones que podrían haber estado en la redacción del reglamento, porque van al detalle de las cosas. Con el Auge se aprobó la ley en general, y los cálculos y regulaciones se detallaron en el reglamento. Pero en este período, si bien no se ha enviado la ley y eso es malo, y sin desconocer las discusiones internas en el gobierno, se ha avanzado bastante en lo que habría que haber hecho igual después.

¿Qué aspectos que propuso la comisión ha costado desarrollar?

Se hizo una propuesta de corto plazo y otra de mediano. En la primera participaban las isapres y no era un parche, sino una reforma profunda, pues implicaba cambiar su actuar hacia una mentalidad de seguridad social, incorporando solidaridad. Eso se refleja en la propuesta, en la cual es vital el tratamiento del 7% de cotización, pues revive la característica que siempre debió tener: estar destinado a financiar los riesgos del sistema para que no hayan preexistencias, y ser el recurso de la seguridad social, no a nivel individual. Ese cambio es potente, casi lo principal.

Hacienda preferiría que los planes tengan precio, en lugar de que  se financien con las cotizaciones.

Esa es la lógica de continuar con un criterio mercantil, donde tu fijas un precio y al que no le alcanza tiene que poner la diferencia, como en los seguros privados. En el mundo, a nadie se le ha ocurrido poner un precio fijo a un plan de salud, porque ese criterio es de seguro de autos o incendios, no de la seguridad social.

Las isapres dicen que eso implica la expropiación del 7% de los afiliados

Eso no resiste análisis. En ninguna parte esto es tratado de esa forma. Deben acostumbrarse, porque son dineros de la seguridad social, no son de ellos ni directamente de las personas.

¿Y por qué ocurre en Chile?

Porque el enfoque de las isapres es individualista, al revés de la seguridad social, que es colectivista e incluye a todo el pool de riesgo, con subsidios cruzados ente ricos y pobres, enfermos y sanos. Este criterio existe en todo el mundo, pero no en las isapres, porque tenemos un sistema muy sui géneris. Es raro esto de que existan seguros privados administrando la seguridad social, y que se comporten como si no tuvieran regulación.

Se criticó que la comisión no evaluó el impacto de la reforma y que eso ha retrasado el proyecto de ley...

Yo dejé la coordinación del proyecto en junio de 2015, con 10 estudios de factibilidad hechos, sobre todos los aspectos de la propuesta. Nadie tiene una bola de cristal y pueden haber aspectos inesperados y complejos, como cambios oportunistas de gente enferma que quiera atenderse en clínicas, pero hay medidas de mitigación en la propuesta, como duración mínima de un contrato o afiliación en un mes del año, para ahí generar regulación y fiscalización.

¿Qué le falta al proyecto?

Falta consenso y confianza en el trabajo técnico, que es profundo y considera todas las aristas. Si se analiza fríamente, se ve que es una propuesta robusta. Hoy me toca ver reformas en muchos países y pocas veces uno ve una tan estudiada. Falta análisis en profundidad y que el gobierno vea que más allá de costos o complejidades, esta es una tremenda oportunidad.

No se eliminará la declaración de salud en el sistema. ¿Que le parece?

La eliminación de la declaración debe ocurrir. Entiendo que se acordó una gradualidad, pero hubiese preferido que fuera de inmediato.

¿Están las condiciones dadas? 

En mi opinión, sí, con regulaciones complementarias, pero entiendo que haya temores. Pienso que la gente es más resiliente de su propia afiliación de lo que se cree. También se anunció una hecatombe y movimientos sin control con el Auge y no ocurrió nada.

¿Hay un debate ideológico?

Es natural que los intereses se manifiesten, pero sería bueno que no se disfracen de análisis técnicos. Si las isapres temen a las condiciones en que van a quedar, que lo planteen y no se trate de influir para torcer la mano a la propuesta. Que planteen su preocupación como una industria que desea tener ganancias, perdurar, pero que no inventen que la reforma es mala o mal hecha,  porque eso disfraza sus intenciones.

¿Pueden aguantar más tiempo las isapres en las actuales condiciones?

Sí. Tienen una rentabilidad histórica altísima y eso no ha cambiado, aunque digan que están en una situación crítica. Es cierto que disminuyeron sus ganancias, pero no que dejaron de ganar. Hay problemas, pero las isapres pueden durar mucho más en el estado actual, aunque eso no es bueno para la sociedad. Esto debe arreglarse y los intereses que deben estar sobre la mesa no son los de las isapres, sino los de la gente. Chile tiene la posibilidad de cambiar el escenario y los seguros deben acomodarse a estos, que son socialmente beneficiosos. No hay mucho que preguntarles, sino que estén dispuestos a un escenario nuevo que va a ser mejor.

El fondo mancomunado con Fonasa que se estudia crear,  ¿es algo ideológico o técnicamente se requiere?

Lo países más capitalistas del mundo y más ricos de la OCDE tienen sistemas donde el financiamiento es integrado y solidario entre las personas. Los países con sistemas integrados y financiamiento mancomunado en una sola agencia que distribuye los recursos, según  necesidad y no por ingresos, tienen mejores logros en salud y bienestar de su población. Cuando uno afirma que necesitamos avanzar a eso y se plantea un pequeño fondo, el 0,4% del 7% de la cotización para acciones universales de salud, se está dando una señal. Eso debiera ser el futuro. No estamos hablando de ideología, sino de eficiencia y solidaridad. Puede que a los que les moleste la solidaridad piensen que  es ideológico. En la propuesta de la comisión esto se malentendió, porque se pensó que era una propuesta inmediata y siempre dijimos que era mediano o largo plazo, y sectores sintieron tocados sus intereses. Yo creo que es inevitable avanzar a un modelo de ese tipo si Chile se plantea como objetivo que haya acceso universal a la salud y equitativo,

¿En qué plazo se debiera avanzar a un fondo único de salud?

En la comisión propusimos 10 años, por experiencias que estudiamos, como el cambio de España de seguros múltiples a un sistema nacional de salud. Ahí la ley fijó ocho años, pero demoraron 12. Hoy la reforma no se está proponiendo ese paso al futuro, es un pendiente que en períodos próximos se debería considerar.

¿Fonasa debe estar en esta reforma?

Sí, debe ser fortalecido, porque se diagnosticó una importante diferencia entre el sector público y privado de acceso y oportunidad que Chile debe nivelar. Nuestra propuesta, para combatir la segmentación, dice que sin avances en el sector público, la reforma a corto plazo no tendrá éxito.

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