Cardenal Ezzati recuerda a Francisco los incidentes durante la visita de Juan Pablo II

El Papa Francisco realiza la Santa Misa en el Parque O'Higgins
15 de Enero de 2018/SANTIAGO El Papa Francisco realiza la Santa Misa en el Parque O'Higgins durante su su visita de tres días al país FOTO:MARIO DÁVILA HERNANDEZ/AGENCIAUNO

Ricardo Ezzati recordó las manifestaciones ocurridas en el Parque O'Higgins durante la visita de Juan Pablo II en 1987, cuando Chile vivía bajo la dictadura de Pinochet.




"Aquí mientras las bombas lacrimógenas intentaban apagar el entusiasmo de la gente, las manos de presbíteros, sacerdotes y laicos se alzaban para detener la barbarie e implorar la paz, en un país que tiene por vocación el entendimiento y no el enfrentamiento", dijo el arzobispo metropolitano de Santiago.

Las palabras de Ezzati, investido cardenal por Jorge Mario Bergoglio en 2014, recordaron los disturbios que se produjeron durante la celebración de Karol Wojtyla, cuando cientos de personas que se manifestaban contra el régimen militar fueron dispersadas por la policía.

"En este lugar se escuchó fuerte y vigorosa la palabra de un profeta enviado por Dios: ¡El amor es más fuerte, el amor es más fuerte!", recordó Ezzati describiendo la reacción de Juan Pablo II en aquella ocasión.

Durante su intervención casi al final de la misa, Ezzati agradeció al sumo pontífice de la Iglesia católica su visita a Chile e hizo alusión a las diferencias sociales que vive el país al hablar de "un Chile donde la brecha que separa es aún demasiado profunda, y donde la pobreza y la exclusión siguen levantando muros".

Ezzati pidió al pontífice una bendición especial "para los niños y los jóvenes" de Chile, momento en el que los cerca de 400.000 fieles que abarrotaban el recinto interrumpieron con aplausos.

Sin embargo, el arzobispo de Santiago, a quienes víctimas de abusos sexuales critican por considerar que mantiene una actitud condescendiente con los sacerdotes que han cometido este tipo de delitos, no hizo alusión alguna a la pederastia en el seno de la Iglesia católica chilena, que suma unos 80 casos.

Y ello, a pesar de que durante el primer discurso de su visita a Chile, el papa Francisco pidió hoy perdón por estos hechos de manera explícita.

"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza por el daño efectuado por miembros de la iglesia. Es justo pedir perdón y apoyar con fuerza a las víctimas y nos hemos empeñado para que no se vuelva a repetir", fueron las palabras del pontífice durante el acto celebrado en el Palacio de la Moneda, sede del Ejecutivo.

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